En este sentido, los especialistas mencionaron que este parásito, conjuntamente con la sarnilla y los piojos, conforman una trilogía erróneamente identificada como “enfermedades de la pobreza”; cuando en realidad su origen está íntimamente relacionado con la desidia, el abandono personal y la falta de higiene. El accionar de la hembra consiste en penetrar en la piel en las áreas subungueales como así también en la zona plantar, espacios interdigitales y raramente, piernas, rodillas y glúteos.
Asimismo, destacaron que “es importante esta parasitosis porque esta implantada en la sociedad el hábito de realizar practicas quirúrgicas con todo tipo de material punzante con el solo fin de extraer al parásito, predisponiendo así a adquirir infecciones agregadas”. Su presencia en esta región se debe principalmente a las características del clima: periodos de lluvias en verano con sequías prolongadas y a la presencia en gran número de reservorios.
De acuerdo a lo explicado por los médicos, una vez que la tunga penetra la piel, “desencadena prurito por el movimiento. El abdomen de la hembra comienza a crecer formando una pápula blanquecina con un punto central oscuro, que puede ser observado desde el exterior. Debido al tamaño que adquiere el parásito, esta lesión se puede volver dolorosa por la compresión cutánea”. Además, “el rascado compulsivo y la extracción con material no estéril puede llevar a infecciones bacterianas, o en casos extremos, a tétanos y gangrena”, resaltaron.
Investigación
Preocupados por esta problemática, un grupo de médicos dependientes de la cartera sanitaria local realizaron una evaluación al respecto en una población conformada por personas de todas las edades pertenecientes a la localidad de San Cosme. La zona donde viven pose en su totalidad calles de tierra y arena; con casas de material, típicos ranchos y casas de madera con pisos de tierra y/o arena.
Son barrios carenciados, representan una gran población que vive en condiciones precarias, la mayoría sin educación sanitaria ni higiénica. Además, existe gran cantidad de perros sin control veterinario. También hay un gran número de plazas con areneros y perros abandonados.
De los 132 evaluados se diagnosticaron y asistieron 24 casos de tungiasis, con una prevalencia del 18,2 por ciento. los que fueron tratados en el hospital de la localidad en cuestión. Asimismo, en el 100 por ciento de las familias hubo infectados. Si bien la ubicación anatómica frecuente fueron los pies, se encontraron en otras partes como rodilla, mano, nalgas y entrepiernas.
Prevención
En cuanto a las tareas de prevención, los médicos afectados al operativo recomendaron la utilización de calzado a los pobladores, brindaron charlas comunitarias sobre profilaxis, fumigación y ventilación de las viviendas y control veterinario de animales domésticos.
En lo que respecta a los equipos de salud, sugirieron que deben considerar importante esta patología y brindarle la asistencia que requiere, sin dejar en mano de los pacientes la practica de extracción de parásitos. Asimismo, difundir desde los centros educativos la relevancia del tema y medidas de higiene y profilaxis. Y a nivel de autoridades municipales resaltaron la idea de integrar grupos para la vigilancia de esta parasitosis y gestionar la implementación de programas de fumigación e higiene de las viviendas.
Consecuencias
A modo de conclusión, los profesionales remarcaron que “la tungiasis debe ser considerara de suma importancia no solo por su incidencia y prevalencia sino porque puede provocar serios daños en la salud de la población y además desde el primer nivel se pueden realizar actividades vinculadas con prevención, gestión y asistencia, para disminuir estos índices y evitando la saturación de los niveles superiores de salud, cumpliendo el verdadero rol de equipo de salud de atención primaria de la salud”, indicaron.