Tras varias alabanzas y oraciones, los feligreses escucharon la homilía que pronunció el Obispo de la Diócesis de Santo Tomé, Hugo Santiago. El título del mensaje sorprendió a la multitud: “Hacele caso a tu sed”. Una frase conocida como slogan publicitario de una marca de gaseosas.
Pero en realidad Santiago no quería referirse a la sed natural, aquella que tomando un líquido se sacia sino, a la sed espiritual. Al respecto, el obispo señaló que en la vida existen distintos tipos de sed, diversos tipos de deseos. Mencionando por ejemplo el deseo de mirar una película, comer un asado, de amar, de hacer algo por los demás, de llegar a ser alguien significativo para la sociedad, entre otros.
“Entre todos estos tipos de sed, de deseos, algunos pueden no ser saciados y sin embargo no afectarán mucho nuestra vida, pero otros deseos más profundos tienen que ver con nuestra felicidad y entonces los tenemos que saciar porque de lo contrario nos frustramos, no seremos felices. Por eso, querido joven, ‘hacele caso a tu sed más profunda‘, al deseo que hay en vos de estar en la posesión de un bien grande, que no pase”, señaló Santiago. Haciendo hincapié en que el único bien grande que no pasa es Cristo y que solo Dios puede saciar la sed de felicidad.
En este punto advirtió que para que esto suceda, no deben conducirse por el camino que aparenta más fácil, el de los placeres terrenales. Por el contrario los instó a buscar a Cristo, admitiendo que no es sencillo pero que es la única forma de alcanzar la plena felicidad, que no está en lo material.