El rompecabezas de cómo se produjo el tremendo impacto entre los automóviles (un BMW y un Chovrolet Corsa) que -aparentemente- corrían picadas en la madrugada del viernes en la avenida Independencia y que le costó la vida a tres jóvenes, sigue sin encontrar la pieza clave. Dos protagonistas de esa desquiciada aventura sobre ruedas son los ocupantes del Corsa. Sobrevivieron para contar la historia, pero por ahora no quieren hablar.
Marcos Rafael Dallanero (23 años) era el conductor y Gerardo Luis Sosa (27 años) su acompañante. Ayer fueron llevados a la Fiscalía en Turno, pero se negaron a declarar sobre lo que ocurrió aquella madrugada fatídica. El silencio de dos protagonistas centrales de ese episodio prolongó la incognita y la Justicia dice que esperar a que se recuperen los heridos para recoger sus testimonios.
Mientras tanto Dallanero y Sosa están en libertad, aunque supeditados a la continuidad de la causa.
El abogado Altemar Alvarenga, que se presentó ayer como defensor del conductor del Corsa, salió al cruce de algunas versiones en medios radiales y en la desmentida agregó otro condimento a la crónica: dijo que Marcos Rafael Dallanero (23) “no conocía a ninguna de las cinco personas que esa noche iban en el BMW”.
Dallanero es el único imputado de la causa y esa noche -dijo su abogado- volvía a su casa tras estar con algunos amigos en la costanera. De las palabras de Alvarenga se desprende que no había relación de su cliente con Mauricio Pablo Alejandro Cavallieri (21 años), el conductor del BMW que se estrelló contra una columna de alumbrado público. En el choque murieron Cavallieri y los hermanos Scotto, María Zahyra (18 años) y Gonzalo Rodrigo (21 años). Otro hermano, de nombre Gerónimo permanece internado en grave estado en el hospital Escuela.
El quinto ocupante del auto importado (que se partió al medio) era Alberto Macías, un muchacho oriundo de Goya, que ya se recuperó y cuyo paradero por ahora se desconoce.
El abogado que asomó ayer por los medios dio detalles de cómo se desarrolló el accidente, pero en ningún momento dio certeza de que se trataba de una picada. La causa, por ahora, está plagada de dudas.
Lo que es seguro, hasta ahora, es que esa madrugada ambos vehículos iban por la misma banda central Sur de la avenida Independencia y al alcanzar los 160 kilómetros se desató la tragedia. Colisionaron entre sí y con una motocicleta que se atravesó en el camino. Murieron tres personas, otras tres resultaron heridas y dos terminaron ilesos, que ya están libres.
Fuentes allegadas a la investigación indicaron que esperarán hasta que se recuperen los otros sobrevivientes para tomar declaraciones sobre el hecho y a base de nuevas versiones podría cambiarse la carátula del caso. Tampoco se presentaron presuntos testigos. Por razones legales no trascendió como está caratulado el trágico hecho pero se presume que es por triple homicidio culposo y lesiones graves.
El letrado Alvarenga comentó que “mi cliente es una persona que está al frente de un micoremprendimiento familiar y se encuentra muy consternado por los sucedido”, agregando luego que “se encuentra en libertad hasta que se avances con las pericias técnicas y supeditado a la causa ya que no tiene antecedentes”.
Marcos Rafael Dallanero (23 años) era el conductor y Gerardo Luis Sosa (27 años) su acompañante. Ayer fueron llevados a la Fiscalía en Turno, pero se negaron a declarar sobre lo que ocurrió aquella madrugada fatídica. El silencio de dos protagonistas centrales de ese episodio prolongó la incognita y la Justicia dice que esperar a que se recuperen los heridos para recoger sus testimonios.
Mientras tanto Dallanero y Sosa están en libertad, aunque supeditados a la continuidad de la causa.
El abogado Altemar Alvarenga, que se presentó ayer como defensor del conductor del Corsa, salió al cruce de algunas versiones en medios radiales y en la desmentida agregó otro condimento a la crónica: dijo que Marcos Rafael Dallanero (23) “no conocía a ninguna de las cinco personas que esa noche iban en el BMW”.
Dallanero es el único imputado de la causa y esa noche -dijo su abogado- volvía a su casa tras estar con algunos amigos en la costanera. De las palabras de Alvarenga se desprende que no había relación de su cliente con Mauricio Pablo Alejandro Cavallieri (21 años), el conductor del BMW que se estrelló contra una columna de alumbrado público. En el choque murieron Cavallieri y los hermanos Scotto, María Zahyra (18 años) y Gonzalo Rodrigo (21 años). Otro hermano, de nombre Gerónimo permanece internado en grave estado en el hospital Escuela.
El quinto ocupante del auto importado (que se partió al medio) era Alberto Macías, un muchacho oriundo de Goya, que ya se recuperó y cuyo paradero por ahora se desconoce.
El abogado que asomó ayer por los medios dio detalles de cómo se desarrolló el accidente, pero en ningún momento dio certeza de que se trataba de una picada. La causa, por ahora, está plagada de dudas.
Lo que es seguro, hasta ahora, es que esa madrugada ambos vehículos iban por la misma banda central Sur de la avenida Independencia y al alcanzar los 160 kilómetros se desató la tragedia. Colisionaron entre sí y con una motocicleta que se atravesó en el camino. Murieron tres personas, otras tres resultaron heridas y dos terminaron ilesos, que ya están libres.
Fuentes allegadas a la investigación indicaron que esperarán hasta que se recuperen los otros sobrevivientes para tomar declaraciones sobre el hecho y a base de nuevas versiones podría cambiarse la carátula del caso. Tampoco se presentaron presuntos testigos. Por razones legales no trascendió como está caratulado el trágico hecho pero se presume que es por triple homicidio culposo y lesiones graves.
El letrado Alvarenga comentó que “mi cliente es una persona que está al frente de un micoremprendimiento familiar y se encuentra muy consternado por los sucedido”, agregando luego que “se encuentra en libertad hasta que se avances con las pericias técnicas y supeditado a la causa ya que no tiene antecedentes”.
