Eslovaquia, que hizo su debut absoluto en Copa del Mundo, firmó su página más dorada al tumbar a un gigante y avanzar a octavos de final, en que tendrá que enfrentar al primero de la zona E, Holanda.
En la primera parte, Eslovaquia hizo ruido con un remate desde el corazón del área del armador del Nápoles Marek Hamsik de volea que salió alto, desnudando las desatenciones de la zaga italiana.
Italia parecía paralizada y Eslovaquia lo atacó, hasta clavarle el primer puñal con un disparo del atacante Vittek, luego de una bola perdida por Daniele De Rossi que recuperó Juraj Kucka y cedió rápido al punta del Ankaragucu turco.
Al equipo de Marcello Lippi no le funcionaban las cosas y su situación más clara en 45 minutos llegó con un centro que casi mete de cabeza en contra el experimentado central Martin Skrtel.
Tras el descanso, Lippi apostó por Fabio Quagliarella en lugar de Gennaro Gattuso, para darle más fuerza a un ataque pálido.
El delantero el Nápoles casi marca el empate con un derechazo que salvó increíblemente en la línea Skrtel, luego del ingreso de Andrea Pirlo, que arrastraba una lesión muscular y Lippi lo apuró para ver si podía dar vuelta la historia.
Sin embargo, la Squadra Azzurra terminó por descompensarse, Marek Hamsik se hizo amo y señor del mediocampo y comandó los ataques hasta conectar el golpe de gracia al vigente campeón.
En el minuto 28 del ST, tras el rebote de un corner, Hamsik volvió a meter un centro que el verdugo Vittek, goleador del torneo con tres tantos junto al argentino Gonzalo Higuaín, empujó al gol ante un cierre tardío de Chiellini.
El final del partido fue para el infarto.
La vieja guardia de Berlín, ya a la desesperada, intentó una recuperación a la italiana, que casi tiene resultado. Di Natale descontó empujando a la red una bonita triangulación entre Iaquinta y Quagliarella, que luego mandó a la red un centro de Di Natale, pero el gol fue anulado por posición adelantada.
Con toda Italia al ataque, Kopunek remató el partido en un contraataque, pero el gigante europeo vendió cara su derrota al descontar con un gol de Quagliarella y estar a punto de marcar el gol del milagro cuando Simone Pepe, solo, pateó y su tiro se fue desviado.