El Icaa inspeccionó también otras canteras de la zona, de las empresas Hidraco S.A. y Lossi S.A. para verificar el sistema de manejo.
El Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (Icaa) asegura que los explosivos utilizados en la cantera “La Milagrosa” de Promín S.A., ubicada en la zona rural de Curuzú Cuatiá, no repercuten en las estructuras edilicias. Tras una prueba hecha con un sismógrafo, se constató que no se registraron ondas acústicas ni expansivas, con capacidad de provocar daño. Esto se concreto, luego de un reclamo hecho por los vecinos, y elevado a través del Concejo Deliberante, a las autoridades provinciales.
El Icaa es la autoridad minera provincial, que debe habilitar y controlar la actividad de este tipo de emprendimientos. Sus técnicos se trasladaron hasta Curuzú, para medir la intensidad y efectos de una detonación destinada a volar un frente de basalto de gran magnitud.
Además de los técnicos del Icaa, presenciaron la prueba, el Gerente de Tierras Fiscales, Suelos y Minería, Juan Carlos Agnello; Delia Vera, geóloga; el presidente del Concejo Deliberante, Oscar R. Arbelo; y otros concejales. Además, estuvieron presentes los dueños de la empresa.
Los alcances de la explosión, se verificaron con un sismógrafo, que midió la influencia de las ondas expansiva en el área urbana de esa ciudad.
Para registrar las ondas expansivas, se ubicó el equipo en la plaza del barrio “82 Viviendas, distante a 8.000 metros de la cantera. Los datos técnicos indicaron que no se registraron ondas acústicas ni expansivas, de lo que se puede inferir que las mismas no tienen capacidad de provocar daño en las estructuras de las edificaciones.
Para medir la intensidad de las ondas expansivas, se emplearon 7280 kilos de explosivos, destinados a volar un frente de 175 metros de longitud, por 6 de ancho. El tipo de explosión realizada denominada “primaria o de fondo”, tiene por objetivo el desprendimiento del material en fragmentos de rocas de diversos tamaños, que le permita realizar la trituración en las diferentes medidas comerciables.
Esta constatación de los efectos de la explosión y el registro de las ondas expansivas a través del sismógrafo, se realizó ante un pedido efectuado ante el Icaa, por el Concejo Deliberante. Esto surgió, por temor de los vecinos curzucuateños, por voladuras registradas con anterioridad.
Cabe resaltar, que en algunas voladuras, suelen desprenderse bloques denominados comúnmente “toros”, estos tienen un tamaño considerablemente superiores a los que admite la planta de procesamiento, los que requieren ser fraccionados empleándose las “voladuras secundarias o superficiales” las que por lo general son las que producen los ruidos molestos.
Esto generó la presentación de los ediles , dado que la empresa manifestó ante el Icaa que realizó este tipo de voladuras con anterioridad. Según manifestaciones de los responsables de la empresa, este tipo de voladuras dejaron de realizarse, dado que han adquirido un martillo hidráulico que próximamente será puesto en funcionamiento, que cumple las mismas funciones que las voladuras anteriormente mencionadas.
El organismo provincial y la autoridades del Concejo Deliberante acordaron, actuar de manera coordinada ante cualquier otra situación en relación con las explotaciones de los recursos mineros.