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Pochila “Demonte llevó al Torino a la victoria en APAC

Por El Litoral

Lunes, 22 de agosto de 2011 a las 21:00
Toda la alegría en el podio del TC 4000, principalmente para “Pochila” Demonte que dominó la competencia.
RESISTENCIA (Especial). Luego de demostrar desde el comienzo del campeonato que apostar al Torino en el TC 4000 de APAC era una decisión acertada, el correntino Juan Carlos “Pochila” Demonte fue contundente en la quinta fecha disputada ayer, al ganar la carrera clasificatoria y la final en una jornada fría en el autódromo Santiago Yaco Guarnieri.
Su auto fue un arma temible para sus rivales y se posiciona, a mitad de campeonato, como serio aspirante a la corona del TC 4000.
Tanto la carrera clasificatoria como la final de la Monomarca Fiat 128 fueron ásperas. La final, la que terminó con auto de seguridad, fue ganada por Paolo Marchelli, al cumplirse el 75% de las vueltas pactadas por presencia de aceite en el asfalto.
El Turismo 1600 disputó una carrera a diez vueltas que fue ganada por Gustavo Oestmann acompañado en el podio por Adolfo Vallarino y Fernando Marano.

Torino imbatible
Como la fecha de APAC se disputó en una sola jornada, había que aprovechar las tandas de entrenamientos para ir a clasificar con el mejor potencial. En ese marco surgió el Torino de Juan Carlos Demonte al que le cayó de perillas la nueva relación de diferencial 3.41 aprobada para todas las marcas, para sacar casi medio segundo de diferencia en la clasificación mientras que sus rivales quedaron muy apretados.
En la carrera clasificatoria, “Pochila” Demonte saltó a la punta pero el Ford de Saccani y el Chevrolet de Buchholz lo tenían a tiro. En la tercera vuelta Buchholz ensayó una maniobra que le dio la punta de la carrera por unos metros hasta que Demonte recompuso la marcha. Es que el Torino aceleraba de abajo aprovechando el torque del motor que le prepara Esteban Cassou de Córdoba quién estuvo en los boxes apoyando la patriada con la asistencia en el chasis de Juan Manuel Pardo.
Sus rivales en el campeonato tuvieron complicaciones como Alan Resanovich quién se tocó con Hernán Idoyaga y luego hizo un trompo que lo retrasó.
El puntero del campeonato Iván Saccani penó con una falla en el motor de su Ford pero le alcanzó para cosechar los puntos que le entregó su cuarto puesto parcial.
La final fue una sinfonía del “Toro” ya que luego de una impecable largada, Demonte sacó claras ventajas hasta manejar el ritmo de la carrera pactada a 18 vueltas. Buchholz, Gustavo Ranz que regresó a la categoría y Saccani solo trataban que el piloto de Corrientes no sacara más diferencias, mientras que Alan Resanovich comenzó un trabajo progresivo desde el fondo pero luego se desdibujó sobre el final aunque salvó las ropas con un sexto puesto.
El podio solo fue de sonrisas pero queda la sensación que a partir de ahora, el Torino de Juan Carlos Demonte será la presa a capturar por sus rivales de lo contrario es firme candidato a la lucha por la corona.

“Guerra” de los Fiat
Podemos repetir hasta el hartazgo el increíble potencial que tiene esta categoría. Pero esta vez volvió a sorprender porque trece autos en la carrera clasificatoria y once en la final se trenzaron en una batalla donde “hablaron” las chapas con un intercambio en la punta de ambas competencias que llenaron los ojos de automovilismo.
Para anotar el regreso de un grande del volante como Julio César Sánchez de Corrientes esta vez sobre un Fiat 128. Demostró que sigue intacto su talento conductivo.
La carrera clasificatoria fue el adelanto de lo que se venía en la final. Trece autos, formaron un trencito increíble de lucha. Nicolás Alegre, Luis Escobar, Rodrigo Franchini, Paolo Marchelli, Julio Sánchez, Ramón Orcola, entre otros, se pasaron, se apoyaron, se intercambiaron la punta hasta que la bandera determinó el triunfo de Christian Churruca.
La final no fue menos. Esta vez fueron once los espadachines que salieron a la pista con demasiada ansiedad, tanto que la carrera se tornó muy áspera. Existieron muchos toques, algunos polémicos, tanto que la clasificación quedó en suspenso lo que no permitió la clásica entrega de premios en el podio.
Sobre el final, explotó el motor del Fiat 128 de Marcelino Orcola regando de aceite amplios sectores complicados de la pista. Hubo que neutralizar la carrera pero fue casi imposible cubrir con cemento el reguero de aceite lo que tornó muy peligrosa la superficie. En consecuencia, el comisario deportivo determinó dar por finalizada la carrera con auto de seguridad en pista, cuando se había cumplido el 75% de las vueltas pactadas.
Paolo Marchelli salió indemne de este combate para ganar una tremenda final escoltado por Renzo Cerretti y Christian Churruca, pero a decir verdad cualquiera de ellos pudo haber ganado si la carrera continuaba.
La próxima será el 25 de septiembre en la que posiblemente se dispute doble fecha.

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