La historia de la Diócesis se remonta a la bula expedida el 13 de junio de 1859 por el Papa Pío IX, quien erige la diócesis paranaense que comprende Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes. Desde ese año fue delegado eclesiástico de Corrientes el clérigo doctor José María Rolón, canónigo honorario de Buenos Aires.
Una vez independizadas las jurisdicciones eclesiásticas, el 4 de junio de 1911 el entonces arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mariano Antonio Espinosa, consagraba en la Iglesia Catedral a monseñor Niella.
La diócesis de Corrientes que estuviera vacante desde el 30 de noviembre de 1933 fue provista por el vicario general de Santa Fe, monseñor Francisco Vicentín. El 14 de febrero de 1935 el Poder Ejecutivo Nacional por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto dio a conocer los respectivos decretos concediendo el pase a la 14 bulas correspondientes a los dos arzobispados y doce obispados de la República y el día 25 fue fijado para que los nuevos prelados presentaran el juramento de fidelidad a la Patria y a la Constitución.
La diócesis fue elevada a arquidiócesis el 10 de abril de 1961, por Juan XXIII. Comprende los departamentos de Bella Vista, Berón de Astrada, Capital, Concepción, Empedrado, General Paz, Itatí, Mburucuyá, Saladas, San Cosme, San Luis del Palmar, San Miguel y San Roque.
El segundo arzobispo (tercero diocesano) de Corrientes fue monseñor Jorge Manuel López, quien siendo obispo auxiliar de Rosario fue promovido a Corrientes por Pablo VI el 5 de abril de 1972. El 19 de enero de 1983 fue trasladado a Rosario. Lo sucedió monseñor Fortunato Antonio Rossi, luego, Domingo Salvador Castagna. Actualmente Andrés Stanovnik conduce la grey local.