“El turismo rural surgió en los años ‘90 como una salida a la crisis que por aquel entonces afectaba al campo”, contó la directora de Turis-mo de la Provincia, Miriam Mosna, y agregó que hoy son aproximadamente 20 las es-tancias que convirtieron sus cascos en modernos hoteles, “son lugares muy lujosos, incluso algunos son de origen jesuita”, remarcó.
Si bien es un tipo de turismo muy selectivo, anualmente miles de personas vi-sitan estos sitios, “es una propuesta que interesa sobre todo a los extranjeros, que pueden realizar actividades propias de la vida de cam-po”, dijo y agregó que los italianos son quienes con ma-yor frecuencia optan por el turismo rural en Corrientes.
Aunque las estancias es-tán distribuidas en todo el territorio provincial, la ma-yoría se encuentra en la zona Sur (entre Goya y Esquina) aunque también hay en Mer-cedes y en la ruta jesuítica (Yapeyú, La Cruz, Santo To-mé, San Carlos).
En estos lugares es posible revivir la historia, la tradición y costumbres de las primeras familias de inmigrantes. Además hay un amplio abanico de actividades agropecuarias, rurales, de granja, “se puede participar por ejemplo de la marca de ganado, ordeñe, preparaciones de alimentos”, relató Mosna y agregó que también se pueden hacer cabalgatas, caminatas, paseos en bicicleta, paseos a caballo, en sulky, carruajes, paseos en lancha, canoa o gomones.
En algunas estancias se practica canotaje, trekking, mountain bike, turismo de aventura, 4×4, safaris fotográficos, observación de na-turaleza, avistaje de aves, senderos de interpretación; caza y pesca (esto último se da sobre todo en las que se encuentran en la zona de los Esteros del Iberá).
Con respecto a la comida, Mosna comentó que se pueden disfrutar los mejores asados, incluyendo corderos de la zona, pero también se ofrece una gran variedad de guisos de campo, pescados de río hechos a las brasas, dulces regionales, mate y chipá.