Al mismo tiempo, contó con pequeñas incursiones en la Fórmula 1 Internacional, como así también en otras categorías internacionales como la Formula 3 Internacional o el Gran Turismo Mejorado.
Fue campeón a nivel nacional en las categorías Fórmula 1 Mecánica Argentina, Turismo Mejorado (hoy Turismo Nacional) y el Turismo Carretera, de la que se consagró como su primer y único campeón post-mortem (después de muerto). En estas categorías supo conducir unidades de las marcas Chevrolet (F1A), Alfa Romeo (TM), Torino y Ford (TC).
De pequeño se había empleado dentro del negocio familiar ayudando en el almacén de ramos generales de su padre, quien cumplida la edad necesaria de Nasif le confió la responsabilidad de ser el repartidor de mercancías del almacén. Aquellos viajes en los que Nasif conducía una vieja camioneta Ford V8 del año '40, sirvieron para que descubriera los secretos de la conducción con derrape controlado, el denominado "punta y taco" (acelerar con la punta del pié derecho y frenar con el talón del mismo), el cambio de doble embrague y muchas otras cosas más.
Obviamente, al llegar a destino la mercadería a veces no llegaba o llegaba desparramada en la cajuela del utilitario. Aquellos viajes le indicarían que lo suyo era otra cosa. Lo suyo eran las competencias automovilísticas.
Fue así que formaría una cooperativa junto a su hermano mayor Luis y un grupo de amigos, con quienes consigue adquirir con mucho esfuerzo un monoposto Ford T y con quienes formaría su propio equipo para competiciones zonales. Sus primeros pasos los daría en categorías de Fuerza Libre de su provincia, debutando el 16 de enero de 1952, con apenas 19 años.
Con el Ford de Fuerza Libre, obtendría su primer triunfo el 28 de agosto de 1955. Tras este lauro obtenido decide aventurarse a correr a nivel regional, compitiendo en diferentes categorías del Noroeste Argentino y ganando nuevamente otro tanto de competencias. Su performance obtenida, lo lleva a querer aventurarse a correr a nivel nacional en la categoría más potente de aquel entonces: La Mecánica Nacional.
Para ello, decide adquirir un viejo Chevrolet Wayne con el cual intervendría en el campeonato de dicha categoría. Asimismo, conseguiría adquirir una vieja coupé Ford V8 para poder participar en algún que otro Gran premio de Turismo Carretera.
En el TC participaría de los Grandes Premios de 1957 y 1958, mientras que en la Mecánica Nacional debutaría el 6 de septiembre de 1959 en el Óvalo de Rafaela, un circuito donde las unidades orillaban los 280 km/h. En aquella competencia, Estéfano arrancaría dominando en la primeras vueltas, teniendo en cuenta que era su primer competencia y más en un circuito riesgoso como lo era ese óvalo de tierra, cuya superficie se encontraba resbaladiza debido al regado al que fue sometida. Sin embargo, una serie de inconvenientes mecánicos lo retrasarían en el clasificador, aunque aguantando los embates de sus oponentes.
Al cabo de 172 maratónicas vueltas, el debutante Nasif Estéfano alcanzaría a clasificarse en la cuarta posición final, srprendiendo a todos los presentes. A partir de ese día, el nombre de Nasif Estéfano comenzaba a ser reconocido en el ambiente automovilístico argentino.
Su muerte
Falleció trágicamente el 21 de octubre de 1973, mientras se encontraba disputando el Gran Premio de la Reconstrucción Nacional, válido por la decimotercera fecha del campeonato de Turismo Carretera.
Su muerte se produjo como consecuencia de un desperfecto mecánico en la pedalera de los frenos de su Ford Falcon, lo que provocó que siga de largo en una curva cercana a la localiad riojana de Aimogasta, producto por lo cual su coche dio una serie de tumbos, saliendo despedido del habitáculo, a pesar de estar amarrado a su cinturón de seguridad.
Alrededor de su muerte se creó una leyenda urbana sobre un posible sabotaje a su unidad para favorecer a su compañero de equipo y ocasional rival Héctor Luis Gradassi. A pesar de este accidente, la enorme ventaja de puntos que le llevaba a sus rivales Octavio Suárez y el propio Gradassi y el triunfo de su compañero Juan María Traverso en la fecha siguiente al siniestro, permitieron que Estéfano finalmente fuera proclamado como el primer campeón post-mortem de la historia del Turismo Carretera.
En su memoria han sido realizados diferentes homenajes en su Concepción natal, donde fue erigido el Museo del Autómovil de Nasif Estéfano, donde se inmortaliza la actividad realizada por el piloto tucumano.
Asimismo, una avenida de su ciudad fue bautizada con su nombre, a la altura de donde se encuentra ubicada su casa paterna. Asimismo, el autódromo de Tucumán, ubicado en el Parque 9 de julio, fue bautizado con el nombre de Nasif Estéfano el 2 de diciembre de 1973, unos meses después de su trágica muerte. También fue emplazado un monolito en el empalme de la Ruta Nacional 60 y la Provincial 9, donde se forma la denominada "Curva de Aimogasta" donde perdiera la vida en aquel infortunado accidente.