EL TRABAJO DE UNA ONG FRENTE AL DEFICIT HABITACIONAL
En la capital correntina existen más de 20 asentamientos reconocidos por las estadísticas oficiales. Miles de personas sin los recursos necesarios para acceder a una vivienda deciden instalarse de manera informal en terrenos fiscales y sobrevivir como pueden. Una realidad que algunas organizaciones como Techo buscan cambiar, de manera progresiva, y a base del compromiso de voluntarios y la colaboración de empresas.
“Buscamos superar la situación de pobreza que viven en los asentamientos precarios, a través de acciones conjuntas entre sus pobladores y jóvenes voluntarios”, explica a El Litoral Guadalupe Kotik, la directora general de la última sede inaugurada por esta organización en el país, para intervenir en Corrientes y Resistencia.
La joven nació en Salta, estudió en Córdoba -donde se unió a Techo- y hoy dirige a un grupo de 50 voluntarios (algunos correntinos y otros chaqueños) . “Hace cinco años empece a trabajar en un asentamiento y me hizo cambiar mi perspectiva, de una solidaridad vertical a una horizonal, donde el voluntariado pasa a ser un estilo de vida, entendido como un trabajo no remunerado en lo económico pero si en lo personal y espiritual”, reflejó.
Guadalupe señaló que los integrantes de Techo no tiene bandera política, “para no tener que mezclarlo con lo municipal ni provincial”, no obstante, señañó que apenas llegaron a la ciudad propusieron abrir una mesa de debate y ver la manera de articular acciones, sin encontrar una respuesta alguna desde el Estado. “Lamentablemente Techo eligió no esperar más, a que cierta burocracia o peleas internas terminen. Llegamos a los barrios con esta vivienda de emergencia , hasta que aparezcan soluciones definitivas”, aseguró la referente.
De menos a más
La vocera de la sede regional resaltó que decidieron intervenir en el asentamiento la Tosquera -detrás de Río Paraná- porque era un lugar olvidado y nadie llegaba, ni los candidatos en campaña.
Subrayó que hace un mes hicieron realidad la construcción de 11 viviendas pre fabricadas y que ahora van por más.
En ese mismo detalló que levantar esta casilla de madera fue el último paso. “Primero gestionamos el apoyo de las empresas y conseguimos la ayuda de 200 socios, después avanzamos con el relevamiento en el lugar y hablamos con los vecinos para conocer su situación y si estaban dispuestos a colaborar”, indicó.
“Al conocer a las familias de la Tosquera, los voluntarios palparon esa realidad y se comprometieron con la causa, sabiendo que si no hacían nada seguían siendo cómplices de lo que pasaba”, agregó Guadalupe, para además hacer hincapié en la necesidad de comprometerse con lo que sucede alrededor nuestro para lograr cambios.
Consultada sobre el grave déficit habitacional que afecta a la provincia, Guadalupe fue clara. “Que no nos asusten y nos abrume que la problemática es inmensa, porque sino nos volvemos a archivar, nos quedamos dentro de nuestras casas porque consideramos que no podemos hacer nada”, concluyó.