A unos 65 kilómetros al sur de la ciudad de Salta, con sus 127 kilómetros cuadrados, el Dique Cabral Corral es el segundo espejo de agua del país, y pese a su objetivo original de evitar inundaciones y regar sembradíos, a más de 40 años de la construcción del dique es famoso como atractivo turístico.
La cercanía con la capital salteña lo convierten en un lugar ideal para miniturismo de fin de semana o "escapadas", tanto para vecinos como para quienes llegar a esa ciudad en el marco de turismo empresarial o de convenciones y disponen de una o dos jornadas para el esparcimiento.
Formado por la confluencia de los ríos Guachipas, por el sur, y Rosario y Arias por el norte, con desagüe en el río Juramento y bordeado por cerros de variada altura, presenta numerosas opciones en ambiente natural tanto en tierra como en el agua o desde el aire.
Actividades
Los amantes de la adrenalina y experiencias extremas pueden realizar saltos bungee desde el puente sobre la Ruta 47, en la parte más estrecha del lago. También se puede descender en parapentes desde los cerros, unirlos colgados en tirolesas por encima del río Juramento, o bajarlos los rápidos de este curso de agua en rafting.
Otras actividades menos vertiginosas incluyen paseos en mountain bike por senderos que recorren los cerros entre altos árboles y un cerrado sotobosque, trekking de diversa dificultad por los mismo terrenos o, en el agua, dominar el viento y deslizarse en una tabla de windsurf.
Para el relax, muchos eligen la pesca, que puede ser desde pequeñas canoas, desde la costa o a bordo de catamaranes, que en algunos casos organizan salidas nocturnas que empiezan con la caída del sol y termina al amanecer siguiente e incluyen un asado a bordo.
Este embalse es el preferido por pescadores de todo el Noroeste, por sus variadas especies, entre las que se destaca el pejerrey, que es el más apreciado desde el punto de vista deportivo, aunque también se encuentran dentudos, tararira, bagres, bocachas, mojarras, sábalos, anguilas y yuscas.
Para volver
Junto al puente mencionado hay un embarcadero que ofrece paseos en lancha, muchos con desembarco en la Isla de los Deseos, a unos 500 metros de la costa, que es la cima de un cerro que quedó sobre el nivel del lago tras la creación del embalse.
La isla es pequeña y cuenta con unas escalinatas que conducen a la parte alta entre una rala vegetación de pastos bajos y alguna especies florales implantadas, para acceder a un quincho donde los visitantes pueden improvisar un picnic, y un mirador.
En uno de sus bordes también se instaló un muelle flotante, desde el cual es posible darse un chapuzón, aunque los guías de las lanchas siempre exigen que se mantenga colocado el salvavidas, al margen de la capacidad de nadar del interesado.
La observación de aves es otra actividad que se puede desarrollar en el lago, miradores y senderos, aunque a simple viste se pueden encontrar patos biguas que pasan en vuelo rasante sobre la superficie de lago, garzas, rapaces que planean sobre el caño y algunos cóndores que dominan el cielo desde la mayor altura.
Coronel Moldes
Desde la localidad más cercana, Coronel Moldes, conocida como el Portal del Lago Cabra Corral, los turistas pueden conseguir hospedaje, lo mismo que en la ruta que bordea al lago, donde hay varios paradores, pero el único hotel de la zona del dique es uno de categoría 4 estrellas, que precisamente lleva ese nombre: Hotel del Dique.
Sebastián Scasso, dueño del único restorán del lugar, Viento Norte, ubicado junto al extremo norte del puente, comentó que la mayoría de los turistas llegan en busca de actividades de aventura.
"Algunos -dijo- llegan por recomendación o atraídos por el paisaje que vieron en fotos o internet y acá se enteran de todo lo que pueden hacer y a veces vienen por el día pero se quedan a pasar la noche, para hacer más excursiones y paseos".
Pinturas rupestres
Una de las excursiones que más llama la atención dentro del dique Cabra Corral consiste en llegar a Ablomé, una de las costas del embalse que fuera en su momento el lugar habitado por los pueblos originarios. Se parte desde el Club de Pescadores, donde se encuentran fondeadas la mayoría de las embarcaciones y balsas de pesca. Luego de un breve trayecto se llega a un pequeño peñón rocoso con cientos de petroglifos y pinturas rupestres al alcance de las manos.
Allí habitaron pueblos originarios que tenían una cosmovisión propia del mundo. Además de animales, hombres, mujeres y niños, formaban parte de estas tribus brujos, dioses y otros seres a quienes ellos adoraban.
Curiosidad
Se lo conoce como Cabra Corral porque fue una empresa norteamericana la encargada de los relevamientos topográficos para la futura obra y en sus carpetas colocaban los títulos "Cabra Corral" en vez de "Corral de Cabras".
MUY ÚTIL
El Hotel del Dique es uno de los establecimientos insignias de Cabral Corral. Se trata de un alojamiento cuatro estrellas que combina el agua, los cerros y un excelente servicio. Fue inaugurado en el año 1998 y se distingue por su estructura que no invade el medio ambiente, por detalles en la decoración y en los jardines.
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