Aseguran que el cigarrillo es el único producto de consumo masivo que mata a la mitad de sus consumidores crónicos. Dicen que evitando el consumo crónico del tabaco se podrían salvar nada menos que 15.000 vidas por año.
Sólo en la Argentina mueren cada año 40.000 personas como consecuencia de enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco, mientras que el 15 por ciento del total del gasto en salud se destina a cubrir los costos médicos y las patologías derivadas del tabaquismo, según advierten los especialistas del área.
Si bien por Ley 23.344 se obliga a las tabacaleras a imprimir en cada atado de cigarrillos la frase “El fumar es perjudicial para la salud”, y que desde hace algunos años los atados de puchos muestran imágenes de los efectos nocivos para la salud, tales como fotos de pulmones cancerosos, tumores de cuello y dentaduras dañadas, el tabaquismo sigue matando cada vez a más personas porque debemos tener en cuenta que es causa directa de al menos 25 enfermedades. Lamentablemente la Argentina tiene la más alta tasa de consumo de tabaco del continente, sin tener en cuenta que el tabaquismo es la primera causa de mortalidad: muere más gente por tabaquismo que por sida, accidentes de tránsito, asesinatos, suicidios, alcoholismo o drogas ilícitas.
De seguir así, en el año 2030 las muertes en todo el mundo llegarían a 10 millones si no se logra una reducción del consumo de cigarrillos.
Este domingo se celebra el Día Mundial sin Tabaco, motivo más que suficiente para tener en cuenta estos escalofriantes datos para procurar abandonar el consumo de cigarrillos.
Para que esto se produzca basta con tener a consideración que se estima que el 40 por ciento de la población mundial de entre 15 y 65 años fuma, en tanto en Argentina la cifra ronda el 27 por ciento, alrededor de 9 millones de personas, de las cuales 3 millones consumen más de 25 cigarrillos por día.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada seis segundos fallece una persona a causa de una enfermedad relacionada con el tabaco, lo que representa casi 6 millones de muertes al año, y se estima que en 2030 la cifra llegará a más de 8 millones.
El neumonólogo Ricardo Del Olmo, miembro de la Fundación Cidea (Centro de Investigación de Enfermedades Alérgicas y Respiratorias), aseguró que “no sólo no hay condena social al consumo de tabaco sino que en algunos ámbitos sigue siendo ‘fashion’, aunque esto ha cambiado y mejorado mucho en estos último 20 años”.
Añadió que “la mayoría de las personas, de todos los niveles socioeconómicos, aunque conocen los daños que produce el tabaquismo no creen que esos efectos puedan suceder en sus cuerpos y esto tiene mucho impacto sobre todo en los jóvenes”.
En tanto la OMS solicitó que se aumenten los impuestos sobre los cigarrillos: “El precio más barato del tabaco incita al consumo a los más jóvenes, reduce los ingresos públicos y los recursos destinados al desarrollo socioeconómico, sobre todo en los países de ingresos bajos que dependen en gran medida de los impuestos sobre el consumo”, describió el organismo en un comunicado.
Científicamente está comprobado que el cigarrillo es el único producto de consumo masivo que mata a la mitad de sus consumidores crónicos.
Sería bueno dejar de consumir cigarrillos para mejorar nuestro estilo de vida. No permitamos que “se haga humo” nuestra vida.
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