(RatingCero) Rápidamente se convirtió en inmanejable el casi anónimo Mariano Berón, a pocas horas de salir de la casa de Gran Hermano. Desplantes de divo y ataques de histeria, enojos y mal humor definen el momento personal de quien eligió irse de la casa por propia voluntad pese al apoyo popular para que se quede.
"No quiere dar notas" dicen en la productora del programa, molesto por los dichos sobre su sexualidad, las declaraciones de su no-novia Jésica Farías y en solidaridad con su familia, que -dice- sufre.
Le duró poco el creer que era Ricky Martin cuando salió de la casa. Ahora enfrenta todo lo que se decía de él afuera de la casa, causas judiciales complicadas, denuncias en su contra y la presión para contestar preguntas que no quiere: sus relaciones personales con Aníbal Pachano, Mariana A y Flavio Mendoza, entre otros.
"Un loquito" lo definen quienes lo tratan personalmente en estos momentos. Emulando al fallecido Ricardo Fort, este ignoto personaje se vuelve cada vez más irritante fuera de la casa.
