A poco más de mil kilómetros de distancia de Corrientes, la localidad de Gramado en Porto Alegre (Brasil) se convierte cada diciembre en el fabuloso escenario de una Navidad mágica. El hechizo dura hasta mediados de enero, cuando la Aldea de Papá Noel y las Ferias de Navidad cierran sus puertas en ese pueblo que pareciera haber salido del Norte del continente.
Gramado se destaca por ser la “menos brasilera” de las ciudades cariocas. Allí, no hay playas, ni sabor tropical, ni caipirinha. Tampoco calor. Los tonos en Gramado son otros. Abundan los rojos, las construcciones en madera, las hortensias celestes y una brisa que pareciera fuera de lugar. Todos estos detalles componen el paisaje de la “pequeña Suiza” que atrae cada fin de año a miles de turistas, especialmente familias, que van a disfrutar de una Navidad sin igual.
La localidad está ubicada a 115 km al norte de Porto Alegre, en el Estado de Rio Grande do Sul, y a 1089 kilómetros desde Corrientes. Sus calles limpias y tranquilas, adornadas con hortensias y mucho verde, proponen abundantes tiendas de chocolate artesanal, muchos parques y un ambiente muy familiar, todo herencia de los colonos, algunos italianos y muchos alemanes, que llegaron en los años 30 a esta zona buscando suerte, y donde encontraron un paisaje similar al que dejaron, rodeados de bosques y lagos.
Pero en esta época del año, Gramado suma un encanto especial. Probablemente, en ninguna otra parte de Sudamérica aflora con tanta magia la víspera navideña, festividad que aquí comienza a celebrarse a inicios de noviembre, para terminar -recién- el 16 de enero. Y los descendientes europeos se han esmerado los últimos 25 años en traer hasta acá una gran cantidad del ambiente que durante esta época reina en el Viejo Continente. La ciudad se viste de aldea sacada de un cuento de hadas, adornándose en cada esquina con luces, figuras navideñas, árboles y figuras de Papá Noel.
Espectáculos
Natal Luz es el nombre de la serie de eventos navideños que tiene lugar en Gramado. El mismo incluye espectáculos pirotécnicos y conciertos líricos, hasta encuentros de Papá Noel venidos desde todos los rincones de Brasil. A muchos este ambiente de fantasía les sonará a parafernalia artificial, pero si su intención es viajar con niños y de paso hacerlos vivir una experiencia de Navidad de fantasía, este destino es una buena opción.
Al llegar, la ciudad de Gramado es extremadamente amable y acogedora. El solo pasear por sus calles principales, como la avenida Borges de Medeiros, es un verdadero placer y una actividad muy entretenida para toda la familia, gracias a su decoración, su movimiento y sus muchas chocolaterías, tiendas de ropa y juguetes, que seguramente dejarán a los niños con la boca abierta.
Pura magia
Si eso no lo hace, probablemente las actividades del Natal Luz los llenarán de asombro. El Gran Desfile de Navidad, que casi todas las noches de diciembre y enero se toma la Rua das Hortensias, es un enorme despliegue logístico con más de 200 actores vestidos con trajes de personajes navideños, carros alegóricos y muñecos gigantes, que desfilan por la calle equipada con un gran iluminación y muy buen sonido. Como clímax del evento, aparece Papá Noel en su gran trineo, mientras repentinamente comienza a nevar en la calle.
Otro evento ideal para los niños es La Fantástica Fábrica de Navidad, un musical diseñado especialmente para el Natal Luz, que cuenta la historia de una niña que es llevada a la fábrica de juguetes de Santa Claus. Nada tiene que envidiarle a los grandes espectáculos europeos, ya que aquí hay de todo: ángeles voladores, patinadores acrobáticos, bailes, trajes alucinantes, escenarios coloridos y músicos de excelente calidad, todo para que los más pequeños salten de alegría. Se realiza tres veces por semana, en el Parque Carrieri.
Pero el más espectacular de todos los eventos probablemente sea Nativitaten, aunque está enfocado para emocionar a los más grandes. Es una ópera al aire libre donde se interpretan los villancicos más conocidos, acompañados por juegos de luces, chorros de agua y fuegos artificiales, todo situado en la belleza del lago Joaquina Rita Baer. El resultado es precioso. La presentación tiene lugar dos días a la semana, hasta el fin del Natal luz.
El último de los grandes espectáculos es El Arca de Noel, que se realiza en el Palacio de los Festivales y es un show con marionetas y muñecos electrónicos que cuenta una original historia de Navidad.
Pero no es necesario gastar en entradas para impregnarse del espíritu navideño de Gramado. También existen algunas actividades que son gratuitas. Todos los días, a las 16 horas, una banda de soldaditos de plomo marcha por la Avenida de las Hortensias y la Borges Madeiros, cantando, bailando y saludando a los niños por 45 minutos. Y también todos los días, a las 21.00 horas, se realiza el Encendido de Luces, un emotivo momento esperado por los locales y turistas, que es cuando los 25 millones de luces que adornan los arbolitos y las calles comienzan a brillar. Otro evento gratuito es El Arbol Cantor, en el que un coro de 40 niños simula ser parte de la decoración del gran árbol de Navidad instalado en Rua Corbeta.
Tampoco puede dejar de visitar la Aldea de Papá Noel, en el Parque Knorr. Este lugar es “la casa oficial” de Santa Claus en Brasil donde, al inicio de Natal Luz, se reúnen los representantes de Papá Noel brasileños, que luego esparcirán alegría navideña por todo el país.
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