POR GUSTAVO LESCANO (*)
[email protected]
HOMENAJE A LOS EX COMBATIENTES
El 2 de abril no es una fecha más para un ex combatiente. Las palabras brotan en las habituales anécdotas, pero de golpe se cortan y golpean su interior con una inmensa intensidad que sólo ellos pueden soportarlo. Son testigos vivos de una enorme historia para nunca olvidar y no volverla a tapar.
Por eso hablan, cuentan, dicen lo que piensan y se emocionan hasta quebrarse. La situación límite de atravesar la guerra atroz y codearse con la muerte hace que estos sobrevivientes sean faros de testimonios contantes, para no volver a repetir uno de los capítulos más horrorosos de la historia argentina. Una zona oscura que cubrió tanto el conflicto bélico como la dura posguerra de olvido.
A 34 años de Malvinas, seis ex soldados combatientes en Malvinas contaron sus experiencias a micrófono abierto, con sólo una pregunta disparadora. Estos hombres de cincuenta y pico dieron respuestas a puro sentimiento más que detalles específicos de lo vivido. El áspero puño del conflicto bélico los golpea a cada paso, pero la esperanza de soberanía vuelve a ponerlos de pie. Sobrevivir es vivir de nuevo.
Los 34 por 6
Jorge Reinaldo Canteros, de 54 años, fue a Malvinas con el Regimiento de Infantería 5 de Paso de los Libres. “Estuvimos en Puerto Howard que fue rebautizado como Puerto Yapeyú, en proximidades de la bahía San Carlos, porque mi compañía estaba en un destacamento en Yapeyú y con nosotros fue el subteniente Menéndez, hijo del entonces gobernador de las islas”, indicó.
Recordó además que “en combate el miedo siempre estaba presente, además sentimos el frío, el hambre: me fui con 85 kilos y vine con 45”, afirmó.
Hablando de lo vivido en las islas surge de golpe una anécdota: “Estando en nuestras posiciones, me acuerdo perfectamente que era el 26 de mayo, salí de guardia a las 9; pero 15 minutos después el sargento primero Barrios dice que hay alerta roja, por bombardeo de aviones. Lamentablemente siete camaradas míos fallecieron en esa ocasión: Raúl Alegre, Alfredo Marcelino Aguirre, Ramón Salvador Caballero, Remigio Antonio Fernández, Marcelino Maciel, Juan Carlos Quintana y Mario Sánchez”, enumeró.
“Ellos son nuestros centinelas. Hoy les brindo un gran homenaje”, remarcó.
A su turno, Ramón Catalino Gómez se mostró un poco nervioso y todo latía en su interior. Sólo alcanzó a decir que tiene 53 años y a Malvinas fue con el Regimiento de Infantería 5 de Paso de los Libres, y estuvo en Puerto Argentino. “Abrazo a todos los camaradas”, dijo emocionado.
Apoyo incondicional
Feliciano Sánchez estuvo en las islas los 74 días que duró el conflicto. “Hoy tengo 53 años y cumplí mis 20 años en Malvinas”, recordó. El ex combatiente integró el Batallón de Infantería de Marina que desembarcó el 2 de abril de 1982 en las islas. Recordó que tras la operación inicial, “el 13 de junio volví a entrar en combate con los gurkas y salvé mi vida gracias a Dios. No murió ningunos de mis compañeros pero sí hubo heridos”.
Dijo también que “con el apoyo incondicional de mi familia seguimos en la lucha. Y junto a amigos y camaradas que son espectaculares. El homenaje de la gente a los malvineros el 2 de abril es el mejor regalo, pero no sólo debe ser los 2 de abril, sino todo el año”, acentuó.
En el final surge una imagen en su cabeza.
“En un momento determinado nos rodearon los ingleses en gran número y decidimos abandonar la zona a la carrera. Al llegar a Puerto Argentino nos sentimos seguros, pero pasaron unos 10 minutos y bombardearon toda el área en la que estábamos. Podríamos haber muerto todos. Recordar eso me produce escalofríos”, indicó sin más palabras.
Los enemigos
Por su parte, Paulino Damián Soto, de 54 años contó que “estuve en la Isla Soledad, con el Batallón de Logística 3, de Curuzú Cuatiá”, dijo a modo de presentación. Luego resumió la guerra de manera magistral: “Sentí que estuvimos peleando contra tres potencias: el frío, el hambre y los ingleses”.
A 34 años de Malvinas “todavía sigo herido porque perdí a compañeros de mi grupo. En esta época, cerca del 2 de abril, me siento muy emocionado. No tengo palabras para decir. Esa guerra todavía está en mi cuerpo”, manifestó.
Imagen imborrable
Ramón Aguirre, de 54 años, señaló que “participé en combate con el Regimiento de Infantería 4 de Monte Caseros. Estuve en distintos sectores de las islas y fui uno de los últimos en subir al Canberra. La anécdota que siempre recuerdo los 2 de abril, es que el oficial que se encontraba a cargo de mi compañía, el subteniente Silva cae herido mortalmente y pierde la vida en mis brazos. Esa es una imagen que siempre lo tengo en mi mente”.
Por último habló Oscar Roberto Frutos, quien fue a la guerra con el Regimiento 4 de Monte Caseros y estuvo en Monte Harriet, “peleando por nuestra bandera”, remarcó. “Sufrimos hambre, frío y fue dura la pelea contra los ingleses”, sintetizó antes que la emoción lo deje sin voz. “No puedo contar más”, alcanzó a decir.
Así es el 2 de abril para los ex combatientes, de emoción y orgullo, pero también de agradecimiento y homenajes. Ellos reclaman que Malvinas sea memoria todo el año.
(*) Informe y producción: "Rep Graficos Nea"-Esteban Ledesma.