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“Nini fue creador de un estilo musical”

Por El Litoral

Viernes, 20 de enero de 2017 a las 01:00
FUTURO. “Voy a quedar ahora en el país. Siento que hay mucho que se puede hacer y que puedo aportar a nuestra música. Seguiré yendo a Francia por cuestiones de trabajo. Pero voy a quedarme en Argentina", cuenta Rudi Flores.
“Los arreglos de los temas tradicionales tienen que venir de adentro. Si no vienen de adentro, tocá así nomás como están. ¿Qué más vas hacer?”

Por Paulo Ferreyra
Para El Litoral

En la siesta Correntina, bajo un cielo amplio, el sol estaba en línea recta con este pedazo de tierra y en las calles ya son muy pocos los que se mueven. Los escasos peatones iban de ropa ligera, colores claros, piernas al sol, rostros vidriosos. En pleno corazón de la ciudad Rudi Flores abre la puerta e invita a pasar. Hay un abrazo sincero, charlas sobre el tiempo y las últimas presentaciones para entrar en la atmósfera de la entrevista. Nos arrellanamos en torno a una mesa rectangular. La mesa está vacía hasta que aparece Lidia Cerro y nos acompaña, primero trae mate y después nos acerca pan dulce hecho por sus propias manos. Nos quedamos mudos, sólo el tic tac de un viejo reloj de pared seguía sonando. También, se suma a la mesa Facundo Rodríguez e interviene con algunos anécdotas de su andar musiquero.
Rudi Flores ha compuesto temas como Corrientes Norte, Nueva ilusión, Nuestra provincia, Cielo correntino, Por cielos lejanos, Repiqueteando, entre tantos otros. Además, compuso junto con Nini Flores, Avelino Flores, María Florencia De Pompert, Hipólito Ballere, Isidro Néstor Flores, Isidro Luciano Flores. Junto con su hermano Nini Flores constituyeron uno de los dúos musicales más importantes de los últimos años.

Si nos remontáramos a los inicios de la Fiesta Nacional del Chamamé ustedes junto con Nini estuvieron en la I Edición de la Fiesta. ¿Qué recuerdos tenés de aquellos años?
Rudi Flores: Nosotros estuvimos en esa primera edición que se hizo en el Club Juventus. Aún guardamos recuerdos de aquella primera edición. Tocábamos un repertorio que no era festivalero y quizás no era para la Fiesta del Chamamé. Habíamos preparado temas como Llanto de selva, una polca a la que le habíamos hecho algunos arreglos con Nini y que, después, nadie le dio importancia.
El recuerdo que tengo es que en esa época en los festivales el público era distinto al de ahora. El espíritu sigue siendo el mismo, pero el público se educó un poco más. Antes tenías que ir a reventar con un sapukai y un repertorio furioso para tener el apoyo o la aceptación del público. Es difícil lograr un clima íntimo en un festival grande.
Después, nos fuimos a Buenos Aires y no volvimos casi a Corrientes. De aquella ciudad partimos a Francia y la distancia fue más grande. Siempre volvíamos, pero no tocábamos en la Fiesta del Chamamé porque no nos llamaban.

¿Sentís que en los últimos años hubo un cambio en esa aspecto en cuanto a la grilla y a la respuesta del público?
En los últimos años se ha notado un cambio a favor de la Fiesta, este cambio viene de parte del público hacia el artista, aprendió quizás a respetar la música sea cual sea su estilo. Viene Juancito Güenaga y hace su propuesta que cuenta con cierto fervor por parte del público, después canta Coqui Ortiz y también lo escuchan con respeto, incluso para este último estilo más que una ovación es más importante el silencio.
Para nosotros también era importante venir y saber que el público te escucha y no está incómodo. En general los temas clásicos los tienen incorporados de una forma más básica y general. La versión de Kilómetro 11 que hacíamos con Nini Flores no la entendían. Luego, parece que entendieron el sentido del arreglo y comenzó a ser aceptada nuestra versión.

Ahora volcándonos al repertorio que han armado ustedes, siempre convivían los clásicos con sus composiciones, ¿cómo y por qué llegaban determinados clásicos a su repertorio?
Esas cuestiones eran puramente naturales. Nunca fueron hechas a propósito, nunca fueron pensadas o premeditadas. Las cosas surgían naturalmente. Una vez Nini me trae los arreglos de Kilómetro 11 y después trabajé con la guitarra en algunos lugares donde quedaban libres. Así surgían los tomas que nosotros hacíamos. Las cosas tienen que venir de adentro y si no es así, tocá así nomás como están. ¿Qué más vas hacer?
Nuestras composiciones surgen así natural, a veces el Nini me traía un tema o yo le llevaba uno y lo trabajábamos juntos. Lo hacíamos juntos y las cosas salían como un juego, vos tenés el instrumento en tus manos y vienen cosas de adentro. Después te fijás en la cosa técnica para ver si tiene lógica y lo definís musicalmente. Pero las ideas no se pueden explicar racionalmente. Nosotros nacimos musicalmente en un ambiente tradicional y eso nos hizo de algún modo tradicionales. Somos tradicionales y desde ahí, como un juego, surgían arreglos musicales. Sólo tratábamos de tocar bien, nada más.

Haciendo una pausa, en esos primeros años en que salieron a tocar junto con su padre, Avelino Flores, ¿recordás alguna anécdota de aquellos años que tengas presente ahora?
Puede haber muchas. Recuerdo que las bailantas eran con grupos en vivo. Una vez fuimos al Lote 43 a tocar con mi viejo y con Nini. El Lote 43 está después de Machagay, provincia de Chaco. Era un camino de tierra, mi viejo tenía un auto Kaiser Carabela. El escenario era un acoplado. Por supuesto que tenía algo para que no se mueva, era en el medio del monte chaqueño, ahí estaba la casa del dueño de la bailanta. Lo primero que le pedimos cuando llegamos era si nos podíamos dar una ducha y nos dicen: “Sí, vayan por ese sendero y van a encontrar un riacho que pasa por ahí donde se pueden asea”. Así que fuimos a lavarnos y después nos presentamos a tocar. Conocimos de cerca y palpamos cada uno de esos lugares. Nosotros respiramos el chamamé de una manera muy especial.

Hoy comienza la Fiesta Nacional del Chamamé con honores para Nini Flores, ¿cómo surgió este homenaje?
Esta fue una idea de la Comisión de la Fiesta. A partir de ahí nos juntamos las dos partes para ver qué podíamos aportar con nuestras ideas. Ellos querían escuchar mis sugerencias. En primer lugar, la Fiesta entera estará dedicada a Nini Flores. Después, habrá un homenaje especial pero después habrá otros otros que se lo brindarán algunos músicos. También el día domingo, cuando sea la hora de subir al escenario, voy a homenajearlo.
Entonces, la propuesta ahora es ofrecer una presentación a cuatro acordeones y dos guitarras. Desde ya que vamos a interpretar las composiciones de Nini. Vamos a tocar Añorando, Refugio de soñadores, entre otros temas y después cerraremos la presentación con Kilómetro 11 con los arreglos que había hecho Nini para este tema y que nosotros lo veníamos ejecutando en distintas ediciones de la Fiesta del chamamè.
A mí me pareció que los cuatro acordeones iban a ser una cuestión clara y representativa del homenaje a Nini Flores. No quería hacer un cuarteto tradicional, pues no iba a tener nada nuevo. Me pareció que los cuatro acordeones visualmente y sonoramente pueden producir algún efecto, cuatro acordeones juntos no se ven nunca. Además, son cuatro acordeonistas que son seguidores de su música, de su estilo, jóvenes y ellos son Gabriel Cocomarola, Julio Ramírez, José Alvarez y Jonatan Dalmonte.

El próximo domingo 22 te presentás en la Fiesta con Guitarras Correntinas, ¿cómo será esa presentación o qué preparaste para este caso?
Bueno, hace un tiempo armé este espacio con las guitarras, somos cinco, vamos hacer un homenaje personal del grupo a Nini Flores. Sobre todo yo, pero los muchachos forman parte del mismo sentimiento. Vamos a hacer un homenaje con las guitarras. No quería poner un acordeón. Van a estar Facundo y Samuel Rodríguez, Fabio Acevedo y el venezolano José Luis López en el bajo. Vamos  a tocar composiciones de Nini nada más.

¿Y tus composiciones?
No. Ahora quiero dejarlas para otro momento y rendir homenaje con las composiciones a Nini. Ella sí hará un tema mío.

Lidia Cerro: Así es, vamos hacer un tema de Rudi con el que puso música a un poema del santafesino Gustavo Machado. Voy a cantar sola. La misma noche en que se presenta Rudi, aún no sabemos los horarios, pero me acompañarán Rudi y Milagros Caliva. Ahí vamos a estrenar este tema, que se titula La pachar, y relata una una historia de amor.

Hubo varios homenajes a Nini y en estos diez días de la Fiesta Nacional del Chamamé se multiplicarán. ¿Cómo estás viviendo estos momentos?
Por supuesto que cada vez que viene a mí el recuerdo de Nini afloran los motivos de tristeza. Ahora la cosa está un poco más controlada después de estos meses en que uno va aceptando y resignándose a la realidad. Todo esto es muy difícil y duro. Sin embargo, intento anteponer a esa tristeza la satisfacción de conocer la intensión del reconocimiento de los que realizan los homenajes. Esa es una forma de valorar su trayectoria musical; es una forma de tenerlo presente musicalmente y es lo que va a pasar de ahora en adelante. La cosa está fresca todavía y para todos los amigos que lo querían el dolor y la tristeza está presente. Otra cosa que da gusto saber es que hay gente que realiza homenaje sinceros.

En el próximo Festival de Mburucuyá estás invitado para realizar un homenaje, ¿podés contar cómo surgió esta iniciativa?
Esto surge desde el Instituto de Cultura de la Provincia de Corrientes. Desde el Festival de Mburucuyá tienen la intensión de homenajear a Nini y,  al parecer, se comunicaron con el organismo cultural. Hay que tener en cuenta que nosotros somos hijos del pueblo, no nacimos en Noruega, yo nací en Mburucuyá, mi madre es de Mburucuyá, Nini tenía sangre mburucuyana, nuestra historia arrancó ahí en ese pueblo y curiosamente fueron los que siempre nos tuvieron más lejos de todo. Pero ahora no es la misma comisión y me dijeron que hay una nueva. Allí  vamos a asistir con las guitarras correntinas.

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