Por Rodrigo Galarza
Especial para El Litoral.
Decía un poeta francés que la belleza alumbra donde quiere. Quizá ya desde la imposición de su poético nombre por parte de los guaraníes, Caá Catí se ha empeñado en apropiarse (con éxito notable) de ese “donde” invocando sus propias fuerzas sutiles e invisibles; quizá el “hondo zafiro de sus lagunas” o los “zorzales cantando en la siesta su letanía de enero”, hayan hecho de sus calles con aleros y rejas la morada incesante e inasible de la inspiración de poetas y músicos.
Baste con traer una anécdota de unos de sus hijos dilectos, el poeta y ensayista David Martínez: iniciado los años treinta del siglo pasado, el David niño de doce años recortaba los poemas que se publicaban los domingos en el suplemento del diario La Nación y los pegaba en un pequeño cuaderno Potosí, no sin agregarle de cosecha propia unas glosas que de algún modo intentaban dar otra versión poética del texto.
Al descubrir este cuaderno, Fabián Brizuela y yo nos preguntábamos ¿qué sortilegio de siesta hendida de zorzales; qué relámpagos de azahar y guayabas impulsaba a este niño-duende a comulgar con la poesía? ¿De dónde, de qué fuego antiguo provenía ese rito de convocar a las palabras y darles vuelo?…
“Y que torne a las luces de mi riacho/mientras los niños van al catecismo./Yo era un triste y nostálgico muchacho/acompañado siempre de mí mismo”…; escribiría años más tarde el poeta evocando ese tiempo.
Asimismo, nuestro asombro creció aún más al comprobar que el propio Davito (para su familia) intercambiaba sus primeros poemas con otro también insigne poeta de hijo de esta tierra, el recordado fundador de la lírica correntina Cancho Gordiola Niella.
Pero Caá Catí tenía reservada más literatura aún para su gente de la mano de Olga Piñeiro y otros escritores, hasta la llegada en los 90 del grupo Pájaro de tinta impulsada por el poeta José Alarcón, Fabián Brizuela y quien escribe estas líneas.
Pronto se hicieron habituales los eventos literarios y el pueblo de Caá Catí asumió con creces su condición de “Cuna de poetas”. Impulso que en este 2017 se ve reflejado en la celebración de la 4ª Feria del Libro los días 1, 2, y 3 de septiembre con un programa variado de actividades literarias y musicales en las que participarán prestigiosos autores de la provincia y del país como Cacho González Vedoya, Miguel Angel Molfino, Pilar Romano, Yayo Cáceres, Estella Maris Folguerá, Enrique Piñeyro, Dardo Ramírez Braschi, etc; más la participación especial del ciclo de lectura “Carne argentina” (Selva Almada, Julián López, Alejandra Zina).