Por José Ceschi
¡Buen día! Estuve leyendo un hermoso librito de Lylian López de Stoppani: “La mujer. Palabras y enfoques de su mundo”. Está dedicado a todas las mujeres del mundo: “Para que el universo todo entienda que ser mujer es ser distinta; pero que esta necesita no sólo amar, sino también ser amada. Aceptar, pero ser aceptada sin discriminaciones. Entender y ser entendida, en la medida de la razón de cada uno y una, pero no ser signo de exclusión o violencia, sino de vida y amor”, como leemos en su presentación. Al tema de la discriminación la conocida autora cordobesa le dedica un apartado especial: “Hay leyes desde los tiempos bíblicos para actuar en contra de la mujer. Sólo se ha conseguido discriminación y reacción de parte de estas, no siempre afortunadas. Desde meter a las mismas en una jaula dorada o arrojarla a una mazmorra. Con alardes de buenos modos, el hombre desde el comienzo del mundo, con empujón sutil o exquisito, se limitó a excluirlas, vituperarla, a golpes o con basura dialéctica...
Así, con la luchas de las feministas, los movimientos obreros de principio de siglo y todas las que fueron piedra basal para conseguir la liberación femenina, se encontró el camino, el método, una guía de acción que habría de valerle al terminar este siglo, derechos, conciencia, conquistas; que fue la verdadera revolución de la mujer, el germen para una futura estructura que modificó y modificará esquemas, aun cuando el proceso es lento. A partir de aquí todas saben que no pueden esperar regalos en la emancipación total, borrar así porque así los prejuicios que sobre ella caen; que se halla sola y debe conseguir el apoyo del hombre y de la mujer que piensen que la lucha vale, para lograr su posición en el mundo...”. La pequeña obra, editada en su San Francisco natal, pasa revista a distintas situaciones de la mujer, dando especial importancia a la maternidad, pero también incluyendo el debate sobre un tema tan polémico como el sacerdocio femenino. Bienvenidas sean las reflexiones sobre la mujer escritas por mujeres. Contribuyen a que los hombres aprendamos a mirarlas y quererlas con ojos diferentes. ¡Hasta mañana!
