El viernes pasado la vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, sostuvo que “no habrá dilaciones” en referencia al tratamiento del proyecto de ley que busca legalizar el aborto en todo el país. Esta declaración surgió luego de conocerse el traslado del proyecto a las comisiones de Salud, como cabecera, de Justicia y Asuntos Penales, de Asuntos Constitucionales y de Presupuesto. Mientras tanto, continúan las acciones “pro vida” para que el Senado no lo convierta en ley, no sólo en las redes sociales, ya que ayer se realizó en Corrientes la primera actividad después de la media sanción en Diputados: Percusionazo por las dos vidas. A la vez, se dictan charlas en colegios.
En la ciudad hay referentes “a favor de las dos vidas” como el doctor Alfredo Revidatti que hace varios años presenta su postura contra el aborto y la expuso en el Congreso en la última audiencia antes de la votación histórica. Detrás de las movilizaciones que levantaron el pañuelo celeste hay otras personas que son menos visibles, pero no menos activas. Un equipo de profesionales; psicólogos, médicos, abogados, profesores, entre otros, empezaron a luchar contra el proyecto IVE. En diálogo con El Litoral, relataron que están aprendiendo a militar por esta causa y que, si es ley, no dejarán de decir “no al aborto”.
-¿Es persona?
-El primer tema que se trató en esta charla fue cuándo comienza la vida, en qué momento hay una persona en el vientre de la mujer.
“En una de las charlas en un colegio secundario católico céntrico, una chica me dice que el niño por nacer no siente dolor antes de la semana 14 porque no tiene desarrollo neuronal y no siente dolor, no hay actividad cerebral, no hay vida. El doctor “Moncho” Leguizamón, que fue conmigo a una charla en Derecho, me presentó una duda similar, me decía que no se consideraría persona en antes de la semana 14, pero ¿si esto no fuera así?, ¿si el bebé sí siente dolor antes de la semana 14? En la medicina no hay algo exacto que me certifique esto”, sostuvo Revidatti.
Por su parte, la psicóloga María Pinasco expresó: “¿Con qué parámetros medimos si es o no persona? Todos somos seres humanos desde el momento de la concepción. ¿Cuál es el criterio para sostener si es o no persona?”.
En ese momento, la profesora Natalia Monzón Guex de Ramírez, que colaboró entre cosas con los flyer, consultó al doctor: “¿Cuándo comienza a escucharse los latidos del corazón?” A lo que Revidatti contestó cerca de la semana 8. En este sentido la psicóloga explicó que necesitas cosificar (decir que no es persona) para no sentir culpa y sostener la postura a favor del aborto. Ante esto, el profesor Gabriel Orrego, uno de los que organizó las movilizaciones “pro vida”, dijo: “Saben que hay vida y saben que está mal, tratan de que no haya un vínculo afectivo”.
“Nuestra lucha hoy se tiene que centrar en que no se legalice, hay que ser crudos y demostrar lo que pensamos. Si se legaliza hay que trabajar para que las mujeres no decidan abortar y en esta parte hay que ser mas cuidadosos porque si atacás a esa mujer no va a permitir que la ayudes. Ese bebé que ella puede sentir que no lo quiere, puede darlo en adopción. La mujer que da en adopción es muy valiente, es duro y también tiene que hacer un duelo, pero es una opción”, comentó Pinasco.
Respecto a la conexión entre la mujer y a quienes los “pro vida” llaman “niño por nacer”, Revidatti agregó que “en una provincia se atrasaba el aborto, se judicializaba el tema, y cuando la mujer empezaba a sentir el movimiento de su bebé en la panza decidía no abortar”.
Por otra parte, se habló de los insultos que se dijeron desde las dos posturas por ejemplo hablar de “feminazi” o involucrar casos que tengan que ver con la iglesia católica y abusos sexuales. “Vemos a un adolescente rebelde, que sólo busca estar en contra del más viejo o estar a la moda; después sí, tenés otro que tiene una ideología y que busca convencer. Nos asustó cuando vimos esa imagen luego de la media sanción que decía: ‘hoy desayunamos feto’”. En cuanto a esto, Graciela Fernández Silva, que fomentó el Foro del Niño por Nacer en la provincia, relató una situación que le tocó vivir días atrás en un encuentro de abogados en Chaco donde se hacían chistes sobre el aborto.
“Vemos a las adolescentes que están a favor de los derechos de la mujer y me parece excelente, ahí hay que trabajar para empoderar a las chicas, trabajar en los derechos de la mujer, pero no usando la estructura del machismo, yo contra vos hombre y muerte al macho, no, porque caemos en la misma cuestión retrógrada”, indicó Pinasco y agregó “está bien también que decidan no ser madres, pero no desde la agresividad”.
— ¿Si se legaliza?
— En relación al trabajo que ellos mismos proponen realizar si se legaliza el aborto, hablaron sobre el papel de los médicos y sostuvieron que “a un médico no se lo puede obliga; si una médica siente que está matando a una persona, no la pueden obligar”. Revidatti, respecto a la objeción de conciencia, dijo que “en nuestro hospital (Escuela) ya hay ginecólogas que se opusieron a realizar el aborto”.
“Hoy estamos peleando para que esto no salga. Estamos tratando de comprometer a todos, no tiene sentido ser pesimista”, dijo Pinasco. “Nunca nos tuvieron en cuenta al interior del país, sabemos que la ola verde está en Buenos Aires, una compañera que está en un grupo ‘pro vida’ a nivel nacional me cuenta que es impresionante como ahora recién se está viendo más personas a favor de las dos vidas”, relató la profesora Monzón.
A la vez, Orrego propuso que “se regionalice el debate”, mientras que Revidatti sostuvo que “es una cuestión política”.
— La religión
— “Nos pegan por lo religioso, nos estamos deshumanizando, al hablar sin género y quitar el concepto de madre, poner cuerpo gestante, nos deshumaniza. Estamos viviendo una cultura de la cosificación que quiere transformarse en una política de Estado. Más que de leyes, el Estado se conforma con personas, hay que trabajar como seres humanos”, opinó Orrego.
— ¿Qué es educación sexual en base a valores?
— “En Estados Unidos potenciaron el uso de profilácticos porque sostuvieron que iba a parar el Sida, no estamos en contra de esto, pero esto no pasa sólo por ahí. En ese país, el embarazo adolescente creció y plantearon la necesidad de cambiar la educación. La educación que proponen hoy no va en contra del uso de profilácticos, si no, en decir que el sexo va más allá de un simple satisfacción”, dijo Revidatti.
En este sentido, Pinasco explicó: “Lo que hacemos es que quieran respetar su propio cuerpo y el del otro, que si quieren tener relaciones lo hagan maduramente. En un colegio católico, una chica me preguntó si hay que tener sexo para no enfermarse y me sorprendió que en el año 2018 sigan preguntando esto, le meten esta idea a la mujer, las usan. Empoderar es también enseñar a decir no quiero. La educación sexual integral se refiere a respetar el cuerpo”.
“Hace unos cuatro años empezamos a tener las primeras reuniones por la ley de educación sexual. Empezábamos a preguntarnos cómo se iba a aplicar y decíamos que no había un docente preparado para esto. Soy profesora en Fortalecimiento de Trayectorias Escolares y en un momento nos dijeron que nosotros podíamos aplicarla, pero no estamos preparados. Mandaron una vez el material que nos pareció una ridiculez, no podíamos dar eso a los adolescentes”, contó Monzón.
El profesor en Ciencias de la Educación indicó: “Trabajé muchos años en formación docente, formación de formadores, tenía como alumnos gente adulta que me decía que no estaban preparados para enseñar”.
También, hicieron referencia a la necesidad de armar equipos, que podrían ser conformados por tutores, para hablar de sexualidad y que, si se legalizara, los centros de salud deben tener un equipo de psicólogos para acompañar en el proceso posterior a la interrupción del embarazo.
— Niña, violación y embarazo
— “Lo primero que se debería hacer es contener a todo el conjunto familiar. Esta el grupo Grávida que las puede ayudar desde lo emocional. Me parece que volvemos de vuelta al tema de la educación”, señaló Pinasco y Orrego agregó: “Hay que generar espacios interdisciplinarios, voluntariados para acompañar a la madre en conflicto con la maternidad, en primer lugar para que no aborte, que se reconecte con la maternidad o acompañar en el proceso de adopción”.
Cabe recordar que en el caso de un menor de edad, siempre se trata de una violación, y que muchos de estos abusos, según comentaron desde la Justicia, se cometen en su mayoría de parte de miembros de la familia. Hay situaciones desconocidas públicamente.
— Militar por las dos vidas
— “Nos estamos entrenando en la militancia, no tenemos mucha cancha en esto. Nosotros trabajamos en nuestro ambiente profesional y necesitamos ganar las calles. Esto abre otro panorama, hay que vencer los propios miedos y comodidades”, dijo Orrego y su colega sostuvo: “Cuando invitaba a las marchas me decían algunos que nos acompañaban desde la oración, esto es oración más acción”.
La doctora Fernández Silva, que hace varios años trabaja por el Foro del Niño por Nacer, señaló que “hay que motivarlos y concientizar sobre la realidad”.
“Muchas mujeres no se sienten identificadas con las feministas, en algunas ocasiones terminan rompiendo todo y agrediendo, hay extremos. Mi comienzo en este tema no fue como católica, que lo soy, para mí comenzó porque pienso que hay una persona en el vientre de la mujer. Atendí a muchas mujeres en mi consultorio que abortaron y pensaba en aquellas que no llegaban al consultorio”, comentó Pinasco.
El profesor Gabriel Orrego cerró con esta frase: “No condenamos a la mujer que aborta, creo que va a cargar con una cruz; la vida comienza desde la concepción por eso pienso que el aborto nos deshumaniza”. (C.S.S.)