Circular en vehículo por las calles céntricas y por algunas avenidas puede resultar todo un desafío para los conductores, por la presencia de una importante cantidad de baches de gran tamaño. Algunos de los pozos se generaron en el último tiempo y otros perduran hace bastante, sin que se ejecuten obras para repararlos.
En una recorrida realizada ayer, El Litoral pudo constatar el mal estado en el que se encuentra el pavimento de varias de las calles más transitadas del microcentro capitalino. La Rioja y Tucumán, sólo por nombrar algunas, presentan hundimientos, pozos de vieja data y profundas rajaduras que forman una especie de escalón en plena calzada.
Justamente por estas calles, sobre todo por La Rioja, transita la mayoría de los ramales de colectivos y forma parte del programa de transporte integrado, con un carril exclusivo para el servicio urbano. La zona del puerto es otro sector en el que no resulta fácil transitar, por la rotura del asfalto y los desniveles que tiene la calzada.
En la mayoría de los casos no se advierten rastros de obras y en otros, los arreglos parecen haber sido insuficientes, porque las complicaciones volvieron al poco tiempo. Tal es el caso de un hundimiento sobre La Rioja casi Bolívar, donde rellenaron con arena el profundo pozo, que no tardó en volver a complicar el tránsito en ese sector.
Otras arterias con severas dificultades son Belgrano y Bolívar. En el tramo que va desde España hacia el Este, es decir, yendo hacia Artigas, casi no existe porción de asfalto que se encuentre entero y en buen estado. En Bolívar y Paraguay, por ejemplo, persiste un profundo pozo desde hace tiempo, complicando sobremanera el paso de los vehículos en ese cruce.
En tanto, en la zona cercana al mercado municipal conocido como El Piso, las fallas en el pavimento son más que evidentes y no se llevaron a cabo en el último tiempo obras de mantenimiento o de reparación.
Los baches de la zona céntrica dificultan la circulación vehicular y generan, sobre todo, importantes riesgos. Por un lado, representa un serio peligro de caída para los motociclistas y genera daños en los autos por los marcados desniveles.
Esta situación no se circunscribe sólo a la zona céntrica y los pozos y hundimientos pueden verse casi en cualquier arteria asfaltada de la ciudad. En este sentido, las avenidas resultan los sectores con mayores problemas debido al intenso tránsito que circula. Las dos bandas centrales del corredor Belgrano (3 de Abril, Ferré e Independencia) siguen teniendo baches importantes, a pesar de algunos pocos trabajos realizados allí por el Municipio.
Otra zona donde se realizaron tareas de bacheo fue Cazadores Correntinos. La situación mejoró en áreas específicas, como el cruce con Tacuarí y en el tramo que va desde Sánchez de Bustamante hasta la Ruta 12, pero los problemas siguen en otros sectores. Esta avenida continúa teniendo grietas que se extienden en casi toda su extensión, además de hundimientos y elevaciones en el pavimento.
Raúl Alfonsín (continuación de Centenario) es otra de las avenidas donde el tránsito es tedioso, por cuestiones de infraestructura. Uno de los sectores con mayores problemas es frente al Centro Emisor de Licencias, en el cruce con Tacuarí y a pocos metros del ingreso al shopping.
En los últimos días surgieron también reclamos vecinales desde la zona Norte de la ciudad, por problemas en el asfalto en Gobernador Ruíz y Cocomarola. Allí, rellenaron un pozo con escombros, generando la queja de algunos conductores que circulan por allí.
Asimismo, desde la Red Vecinal señalaron que ese sector de la avenida está casi “bombardeado”, e indicaron que en Armenia hay alrededor de 50 baches, algunos pequeños y otros de importante tamaño.