En el marco de la emergencia sanitaria por el coronavirus y ante el aumento de la demanda de elementos de seguridad para personal de la salud, de las fuerzas de seguridad y trabajadores de diversas instituciones, en varios puntos de la provincia comenzaron a producir máscaras de protección con impresoras 3D. Un joven itateño ya entregó unas 30 unidades en forma gratuita a centros de salud como el Hospital Vidal y en el puesto de control en el acceso a la ciudad donde está emplazada la Basílica. Mientras que en Mercedes, profesores del Instituto Superior de Formación Docente (Isfd) hicieron una primera tanda para el hospital local.
Darío Godoy Rojas es desarrollador de software nacido en Itatí, y en diálogo con El Litoral, relató que “hace dos años adquirí una impresora 3D y hasta el momento no le había dado mucho uso. Cuando surgió este tema de la pandemia vi que podía ayudar. Cuando hice las primeras muchos me las querían comprar, pero mi idea es colaborar por eso las entrego gratis. Fundamentalmente me movió el pedido de médicos por ejemplo del Vidal (donde ya entregó unas 15), que te dicen que tienen muy poco para protegerse y después los mensajes de agradecimiento. Personas que trabajan en los controles me dijeron que es como devolverles un poco la dignidad a esa tarea tan complicada que hacen”.
Producción
Godoy detalló a El Litoral que “cada mascarilla tarda en imprimirse entre 2 y 3 horas. La impresión se hace con un filamento especial (PLA/Petg) que es como el nylon de pescar pero más grueso, además de un film de acetato y elástico para sujetar que se consigue en las librerías. Yo compré todo el material y ya tengo pedido más rollos de filamento que están unos $1.500. Con un rollo se pueden hacer 30 unidades”.
En este sentido agregó que “tengo muchos pedidos de municipios y gente que quiere colaborar, pero mi única limitación es el tiempo. Mi recomendación a los intendentes es que inviertan en una impresora 3D cuyo precio arranca en 40 mil pesos. Hoy en internet te venden una mascarilla a 600 pesos cuando adquiriendo la impresora podrían fabricar mejores con un costo total de no más de $100. Además de otros usos que le pueden dar”, relató.
Por su parte la rectora del Isfd de Mercedes, Lucía Kozlowski, comentó que el año pasado recibieron estas impresoras 3D y a partir de la pandemia vieron que en varios lugares las utilizaban para fabricar las máscaras. “La primera producción ya enviamos al hospital para que certifiquen que servían y nos dijeron que continuemos, por lo que se pusieron a funcionar las máquinas para producir más”, expresó la docente . Asimismo, según lo informado por Tu Mercedes, agregó que “las máquinas están a cargo de los profesores técnicos del área de Desarrollo de Software que manejan esta tecnología” e indicó que “la verdad que la recepción fue muy buena y todo el tiempo me llaman para ver cómo colaborar, así que poder descubrir al instituto en un espíritu solidario es altamente positivo”.
(AB)