Con un tono dramático y desde un lugar no identificado, el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, ordenó en cadena nacional que “se transparente la información, por dolorosa que sea”, advirtió que el coronavirus podría provocar entre 2.500 y 3.500 muertos en Guayas, la provincia epicentro de la pandemia, y extendió hasta el 12 de abril las restricciones laborales.
Ecuador se convirtió rápidamente en el país con mayor tasa de infectados y muertos en Sudamérica, con 120 fallecidos, 22 sólo en las últimas horas, 3.302 casos confirmados, según el Ministerio de Salud.
Los casos y los decesos crecían especialmente en Guayaquil, la ciudad más rica del país y la capital de Guayas, donde los hospitales ya no tienen camas y las morgues no alcanzan para albergar cuerpos que esperan días en las casas, calles, camiones, hospitales, clínicas privadas y, a partir de ayer en cementerios privados. (JML)