Boca Juniors le ganó ayer como local por 1 a 0 a Colón por la 13ra. fecha y quedó a cinco puntos de River Plate, al que visitará el próximo domingo en el estadio Monumental. El único gol lo anotó Nicolás Orsini a los 20’ del segundo tiempo.
Boca se sigue acomodando desde los puntos más que desde el funcionamiento, pero este miniciclo inicial de Sebastián Battaglia como entrenador principal no tiene fisuras en los resultados, aunque la deuda en el juego que venía de su antecesor, Miguel Ángel Russo, todavía está muy lejos de saldarse.
Pero como los triunfos siempre ayudan a trabajar con más tranquilidad en pos de ese “otro” objetivo que es funcionar bien en todas las líneas y no solamente en la defensiva, hoy por hoy el punto más alto en que se sostiene el andamiaje futbolístico “xeneize”, la búsqueda se le ve facilitada bastante al novel entrenador auriazul.
Y por caso ayer tuvo una buena prueba ante el campeón vigente del fútbol argentino, el ya consolidado equipo del entrenador Eduardo Domínguez, al que alguna vez hasta se lo candidateó para ocupar ese lugar que hoy es propiedad de Battaglia.
La mención a la defensa boquense que ya empieza a salir de memoria es la antítesis de lo que sucede en la mitad de la cancha, donde los volantes cambian todos los días, pero no de a uno, sino de a dos o hasta de a tres entre un partido y otro.
Esteban Rolón, Rodrigo Montes y Agustín Almendra fue una amalgama inédita a la que se sumó Edwin Cardona anoche, lo mismo que la dupla integrada por Cristian Pavón y Nicolás Orsini en ataque.
Después de cerrarse en cero el primer período, los anfitriones salieron a presionar un poco más arriba y cuando recuperaron el balón tuvieron en el mencionado Molina, que reemplazó a otro producto de la cantera boquense como Rodrigo Montes, al titiritero ideal para generar acciones propicias más cerca del arco defendido por el uruguayo Leonardo Burián.
De hecho de sus pies talentosos surgió la acción que él derivó de primera en Pavón tras recibir de Marcos Rojo, para que el cordobés de Anisacate alargara para el derechazo letal de Orsini, un delantero que por características físicas y futbolísticas se parece en mucho a un antecesor en ese mismo puesto: el “Puma” Emmanuel Gigliotti.
Iban 20 minutos del segundo período cuando se produjo la conquista local, y después Colón, que cambio sistemas de acuerdo con el devenir del partido, cambiando de cinco a cuatro en el fondo por caso, tuvo alguna opción para igualar en los pies de su jugador más dotado y una de las grandes promesas del fútbol argentino como lo es Facundo Farías, que hace menos de un mes cumplió 19 años.
Pero le faltó “punch” al conjunto santafesino, un mal que le apareció con el alejamiento de Luis “Pulga” Rodríguez, que hoy está empezando a ser en Gimnasia y Esgrima La Plata ese jugador que brillara en el Colón campeón del certamen anterior. Hoy Néstor Vignatti fue reelegido como presidente “sabalero” y una de sus primeras promesas fue la de “repatriar” al “Pulguita” para la Copa Libertadores del año próximo.
Por eso, a pesar de tener más la pelota que Boca en el tramo final del encuentro no logró vulnerar a una defensa boquense que se apoya en dos columnas bien sólidas como las que constituyen el mencionado Rojo y el capitán Carlos Izquierdoz.
De esta manera, con la victoria Boca rebasó la línea de Colón, que se quedó noveno con 19 unidades, mientras que los “xeneizes” saltaron al sexto lugar de las posiciones con 21, pero fundamentalmente en la Tabla Anual alcanzaron los 43 puntos y se situaron a seis de River (48), que ocupan el tercer y último lugar de los que clasifican a la Libertadores 2022. El próximo domingo en el superclásico tendrán la oportunidad de quedar a solo tres.
Colón, por su parte, recibirá en la próxima jornada a un Banfield ya clasificado a la próxima Copa Sudamericana, que ayer volvió a la victoria frente a Atlético Tucumán después de nueve jornadas sin conocer el triunfo.