Los innegables y múltiples beneficios de hacer ejercicio siguen sumando evidencia. No solamente la actividad física es, junto a la alimentación balanceada, la base de un estilo de vida saludable. También beneficia la circulación, ayuda a regular el peso, oxigenar los músculos, fortalecer los huesos, mejorar el descanso. Y, no menos relevante, colabora en la prevención de enfermedades. En este sentido, un nuevo estudio observacional halló un vínculo entre una mayor actividad física y menos chances de padecer una en particular: Alzheimer.