El juez federal Julián Ercolini dio por clausurada la investigación y envió a juicio oral a Ernesto Clarens (foto), el financista que ayudó a Lázaro Báez a lavar dinero. Bajo la misma acusación, se elevó el expediente a la próxima instancia por maniobras de blanqueo que ascienden a 160 millones de dólares.
Junto a otros imputados, el exdueño de la financiera Invernes está acusado de haber utilizado una estructura societaria y financiera para lavar millones de dólares.
Un dato relevante en este caso es que el juez Ercolini dio por corroborado que parte de los fondos obtenidos de la obra pública concedida por el gobierno de Cristina Kirchner a Lázaro Báez fue volcada a operaciones de blanqueo. Este caso es conexo al expediente sobre la presunta corrupción en los contratos viales de Santa Cruz, donde la vicepresidenta y Báez están siendo juzgados por asociación ilícita y fraude al Estado.
Durante 2019, la fiscalía de Gerardo Pollicita avanzó en la investigación sobre el movimiento de fondos de Clarens, el financista que supo ser dueño de Invernes SA, firma que tuvo autorización para el cobro de certificaciones de obra que provenían del Estado a nombre de Gotti SA. Esa empresa, como todas las que hacían obras públicas en Santa Cruz, había sido absorbida por Báez a través del Grupo Austral, el holding al que Néstor y Cristina Kirchner favorecieron con 52 contratos viales por 46.000 millones de pesos. De esta investigación se desprende una ruta de dinero millonaria que la fiscalía determinó y que condujo al juez Ercolini a procesar al financista por operaciones de blanqueo.
(JML)