Sabado 20de Abril de 2024CORRIENTES19°Pronóstico Extendido

Dolar Compra:$850,0

Dolar Venta:$890,0

Sabado 20de Abril de 2024CORRIENTES19°Pronóstico Extendido

Dolar Compra:$850,0

Dolar Venta:$890,0

/Ellitoral.com.ar/ Campo

Genética y tecnología de semillas forrajeras para todos los ambientes

Desde hace más de 70 años, el Inta se ocupa del mejoramiento genético y domesticación de especies forrajeras templadas, megatérmicas, gramíneas, leguminosas, introducidas y nativas. Como resultado de esta apuesta de trabajo, se obtuvieron y registraron más de 100 cultivares. 

En la Argentina, la base de la producción ganadera es el pasto. Esto hace que la ganadería se enfrente al desafío de desarrollarse en suelos con menor calidad, debido, principalmente a que los campos con mayor potencial productivo están ocupados por la agricultura. Por esto, desde hace más de 70 años investigadores del INTA se abocan a la tarea de desarrollar, mejorar y domesticar especies forrajeras para que puedan adaptarse a las principales regiones ganaderas del país.

“La ecuación es simple: Para contar con una buena oferta forrajera es necesario tener una semilla de calidad”, resumió Mariela Acuña, coordinadora interina del proyecto Mejoramiento Genético de Especies Forrajeras del INTA, y agregó: “Muchas veces se ve a la producción de semillas como una actividad secundaria, cuando es un aspecto muy importante a tener en cuenta. Al igual que la calidad genética de la semilla, que impacta significativamente en la adaptación de la especie forrajera”.

Las gramíneas y leguminosas, tanto perennes como anuales, conforman recursos forrajeros valiosos porque son los que aportan forraje de calidad y en cantidad. Además, complementan la vegetación natural, que es el principal recurso de las regiones ganaderas del país.

“Debido a la diversidad de ambientes y sistemas de producción, las funciones que cumplen las especies forrajeras van desde aumentar la receptividad de los sistemas ganaderos extra-pampeanos, hasta permitir un manejo sustentable de los recursos naturales”, señaló Acuña quien indicó que su incorporación ofrece múltiples beneficios.

Como resultado de 70 años de trabajo enfocado en el mejoramiento genético de las especies forrajeras, obtuvieron y registraron más de 100 cultivares que, entre otras cosas, permitieron la proyección de la ganadería hacia ambientes restrictivos y aportaron germoplasma para restaurar ambientes degradados.

En la actualidad, el proyecto de Mejoramiento genético de leguminosas y gramíneas forrajeras se enfoca en 28 especies: 21 poáceas –de las cuales 7 son nativas–, 1 Maplighiaceae nativa y 8 leguminosas. “Nuestro principal objetivo es incrementar la productividad y la sustentabilidad de los sistemas agropecuarios de la Argentina”, expresó Acuña quien compartió: “En este momento estamos caracterizando y evaluando 8 especies nativas que tienen el valor intrínseco de contar con mecanismos de adaptación a las condiciones medio ambientales, sobre todo en áreas marginales con limitaciones edafo-climaticas”.

Una para cada ambiente

El uso o destino de las forrajeras es diverso y varía según cada región. De hecho, en el NEA gracias al uso de cultivares forrajeros adaptados es posible el aumento de la producción agropecuaria, como es el caso de algunos de crecimiento estival que demostraron ser los que mejor se adaptan y producen en una amplia gama de ambientes. Las especies que se trabajan en esta región son Acroceras macrum, Setaria sphacelata, Leucaena leucocephala y Panicum spp.

El NOA posee menor potencial productivo, debido a los ambientes restrictivos y a la profundización de los fenómenos extremos del cambio climático. Asimismo, la insuficiente cantidad de recursos forrajeros disponibles dificulta la intensificación de los sistemas ganaderos de cría y recría. Esta problemática genera la necesidad de nuevo germoplasma con mayor tolerancia a estreses abióticos y mayor producción de forraje y semillas. En esta región se trabaja con Cenchrus ciliaris, Megathyrsus maximus, Trichloris crinita, Pappophorum philippiamun, Cordobia argentea, Galactia texana.

¿Te gustó la nota?

Ocurrió un error