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La SAN alertó sobre el aumento de la obesidad infantil en Argentina

El 41,1% de los niños y adolescentes de 5 a 17 años de nuestro país tiene algún grado de exceso de peso: sobrepeso u obesidad, según un informe de la Sociedad Argentina de Nutrición.
 

Por El Litoral

Domingo, 03 de septiembre de 2023 a las 01:00

La Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) expresa su preocupación por el aumento de la prevalencia de sobrepeso en las infancias entre los 5 y 17 años. En nuestro país casi la mitad de los chicos –a partir de los 5 años- que se atiendan en consultorios pediátricos por controles de salud, tendrán sobrepeso u obesidad. "El Tratamiento y la prevención de la obesidad infantil es fundamental para evitar la obesidad en los adultos", advierten desde la SAN.
El dato surge de la última encuesta Nacional de Nutrición y Salud (Ennys) realizada entre los años 2018 y 2019, donde el 13,6 % de los niños menores de 5 años y el 41,1% de los niños y adolescentes de 5 a 17 años de nuestro país tiene algún grado de exceso de peso: sobrepeso u obesidad.
"Tendemos a pensar que el sobrepeso se va a resolver solo o en la adolescencia se va a estirar, sin embargo, la tendencia natural y biológica del exceso de peso en la infancia es ´arrastrarse´ hacia la adolescencia y luego en la vida adulta. Es por ello que, en la misma encuesta, se demostró que el 60% de la población argentina adulta tiene exceso de peso", advirtió la doctora Irina Kovalskys (M.N. Nº 80503) médica pediatra, especialista en Nutrición.
Y agregó: "La mitad de los niños que tienen obesidad, tiene al menos, una complicación de salud cardiovascular (hipertensión, colesterol o triglicéridos elevados en sangre, depósitos de tejido graso en otros órganos como hígado o arterias, entre otras)".
Además, las niñas con exceso de peso tienen 4 veces más riesgo de embarazarse con sobrepeso. El comenzar un embarazo con exceso de peso y ganar más peso durante el mismo es un factor de riesgo importante para la salud gestacional.
Cabe destacar que las complicaciones de salud que acompañan a la obesidad, no dan síntomas, por lo tanto, tendemos a considerar que el exceso de peso no es un problema de salud en la infancia, cuando en realidad lo es. Lo mismo sucede en la vida adulta.
"Es importante considerar que tener sobrepeso en la infancia y la adolescencia altera la calidad de vida dificultando una buena relación con el movimiento saludable, indispensable para el crecimiento", expresó Kovalskys.
Si bien los datos obtenidos por la Ennys son previos a la pandemia del covid 19 y sabemos que, tanto en Argentina como en el mundo, la pandemia ha incrementado las tasas de obesidad debido al encierro y al impacto que ha tenido el contexto sobre la salud mental y ambiental de toda la sociedad.
"Una población infantil más sana tiene menores costos en salud, menor ausentismo laboral y escolar, menor riesgo de enfermedades asociadas y mejor calidad de vida de los niños, entre otras virtudes", destacó Kovalskys".
Desde la SAN recomiendan como prioritario consultar con el pediatra y descubrir las potenciales causas de la obesidad. Aproximadamente un 5% de las obesidades son de causa genética y merecen un trato apropiado y especializado. 
La complejidad de las causas que conducen a la obesidad es determinante a la hora de considerar las estrategias de tratamiento destinadas a abordarlas. Un tratamiento centrado en la raíz del problema, basará las soluciones a partir de un diagnóstico preciso y tratará de contemplar – con las herramientas disponibles- un abordaje basado en ese paciente y su familia.
Primero la prevención
La prevención de la obesidad infantil puede hacerse a muchos niveles: individual, familiar, escolar, en la sociedad, etc. La prevención con base en la familia se centra en:
l La dieta.
l La actividad física.
l La modificación del comportamiento y las habilidades de los padres para apoyar la salud y el bienestar de la familia a nivel de la alimentación.
Algunas medidas simples para adoptar en familia:
l Realizar las comidas en familia y fomentar la actividad física en familia.
l Los niños deben realizar al menos 60 minutos por día de actividad física moderada a vigorosa.
l Tener disponibilidad de frutas y verduras de estación. Ofrecer al menos 5 porciones de frutas y vegetales por día.
l Ofrecer y estimular el consumo de alimentos de buena calidad nutricional.
l Adaptar las porciones a la edad biológica y al gasto calórico del niño.
l Favorecer el sueño reparador de al menos 9 horas para los menores de 10 años y 8 horas para los adolescentes.
l Colaborar con minimizar los tiempos sedentarios en pantallas y maximizar el juego libre y espontáneo.
l Acceder a información confiable sobre nutrición y salud.
l Tener en cuenta que los padres son modelos para sus hijos y pueden educar con el ejemplo.

Este es uno de los temas del XXII Congreso Argentino de Nutrición que se desarrollará en la ciudad de Mar del Plata del 15 al 18 de noviembre y serán tratados en la conferencia de Coalición Nacional para Prevenir la Obesidad Infantil en Niños, Niñas y Adolescentes.

Obesidad: “No hay 
soluciones mágicas”
La Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad (Saco) se mostró "preocupada" por mensajes de profesionales que "prometen cosas que no se van a cumplir".
El titular de la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad ( Saco), Jorge Harraco, advirtió que "no hay soluciones mágicas" para esta enfermedad como podría interpretarse de "algunas publicaciones de profesionales de la salud en redes sociales" respecto a nuevos fármacos, el balón gástrico o la cirugía bariátrica, tratamientos que son "herramientas" que contribuyen a la solución, que es "el cambio de alimentación y estilo de vida". 
"Desde la Saco, una entidad integrada por todas las disciplinas involucradas en el tratamiento de la obesidad -incluidas clínica, nutrición y salud mental-, vemos con preocupación algunas publicaciones de profesionales de la salud en redes sociales que transmiten expectativas exageradas en relación con el tratamiento de la obesidad mediante nuevas alternativas", dijo la entidad a través de un comunicado.
Harraco explicó que "la obesidad no es un problema del estómago, sino que es un problema de los malos hábitos alimenticios y del comportamiento de vida moderno, que ha hecho que seamos muy sedentarios, que estemos bajo presión permanentemente y busquemos muchas veces la gratificación a través de la comida".
"El problema no es comer -que es totalmente necesario y placentero- sino que lo hacemos mal y si eso lo incorporamos dentro de los hábitos de vida poco saludables y lo vamos repitiendo cotidianamente, con el tiempo puede hasta llevarnos a la obesidad", agregó.
Harraco dijo que el sobrepeso "tiene distintos grados" y que en determinado punto "deja de ser un problema de imagen o de autoestima, para pasar a hacer una enfermedad" como es la obesidad que puede ir acompañada de "diabetes e hipertensión que alteran la calidad de vida y muchas veces reducen la expectativa de vida".
Ante el diagnóstico de obesidad, "la solución no es tomar un medicamento, ponerse un balón, o hacerse una cirugía" sino "cambiar y sostener hábitos alimentarios y de vida sanos, acompañado de alguna herramienta o una combinación de ellos".
"Muchas veces por una inclinación profesional en base a lo que uno hace o por intereses económicos, vemos mensajes (de profesionales de la salud) que prometen cosas que no se van a cumplir", agregó.

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