Luli Maidana es una joven cantante y compositora chaqueña. En mayo pasado lanzó su obra prima “En un primer lugar”. Curiosa, histriónica y detallista, le contó a El Litoral cómo fueron los primeros pasos que dio el disco. “Con distancia te alejas del proceso creativo y de generar eso. Así lo empiezo a disfrutar como una oyente más” afirmó. De las guitarreadas en familia, escuchando chamamé y a Mercedes Sosa, a percibir la música con imágenes. O las imágenes con sonidos. “Me gusta mucho ver detalles y así como te digo que escribo una canción y pienso en cómo se ve, también veo una imagen y pienso en cómo se escucha”.
—¿Cómo fueron los primeros pasos que dio el disco a poco de salir?
—El disco está hermoso. Saliendo al mundo. Recién ahora estoy cayendo y disfrutando un poco del producto final. Con distancia te alejas del proceso creativo y de generar eso. Así lo empiezo a disfrutar como una oyente más. La gente lo está recibiendo bien, lo está disfrutando. Estamos con muchas ganas de tocar en vivo, de seguir haciendo música.
—¿Te gustó el resultado final o lo analizas a medida que camina?
—En mi caso mi mayor expectativa era que me guste el resultado, ¿no? Cómo llegar a ese sonido que estaba buscando y eso lo cumplí. Es lo más importante. Creo que el disco tiene su presencia y tuvo su tiempo de maduración necesario para llegar a conocer el mundo como yo quería que sea. Estoy contenta también con el recibimiento de los demás y me parece que su transitar está siendo bastante orgánico. Estoy conociendo mucha gente nueva. También las que no conocían mi proyecto, mi música. A través del disco se abren esas puertas y me parece que está cumpliendo mis expectativas. Es un trayecto que recién arranca. Siento que si bien vengo cantando hace un montón de tiempo y trabajando en la música hace mucho tiempo, este es un nuevo comienzo del proyecto porque tener un material con música propia te abre otros caminos. El transitar parece que pinta lindo.
—¿Qué te motivó a hacer un disco?
—Para mí siempre fue un sueño hacer un disco. Desde chica escucho discos completos. Me acuerdo que el primer disco que escuché fue Cantora de Mercedes Sosa. Es de esos discos que te marcan. Encima eran dos discos, eran un montón de canciones. Yo pensaba qué lindo este trabajo, de armar una obra completa. El disco propone esto, no es solo una canción, sino que todas las canciones tienen una historia en conjunto. Un concepto que te vienen a contar. Que se trabajan con una misma línea de sonidos, de letras de tipo de poesía. Y siempre quise hacer un disco, pero es un laburo que lleva un montón de tiempo. Así tardé unos dos años -casi tres- en tener este disco terminado, pero siempre fue un sueño y me gusta mucho pensar la música así como conjunto, ¿no? El disco trae una idea conceptual y en general cuando trabajo en la música siempre lo pienso así, desde una mirada más lejana. Con otros condimentos aparte de la canción. En este caso el disco se acompaña de los videoclips pero también de la escenografía y del vestuario, como una una propuesta estética que viste toda esa música y me gusta mucho pensarlo así. Me gusta mucho trabajar la profundidad.
—¿Cómo te surgió hacer música? ¿ Fue ese disco de Mercedes Sosa o en tu casa se escuchaba música?
—Vengo de una familia de mucha música. Mi papá es correntino. Es un chamamecero de ley. Cuando era joven tenía un conjunto de folklore, entonces todos los fines de semana era ir a la peña. El verano era en Cosquín, poder ir a escuchar el festival. Me crié en ese ambiente y siempre lo disfruté un montón y además siempre me gustó actuar, bailar, cantar. Fui una niña histriónica. Y al tener una guitarra a mano y siempre una guitarreada en los cumpleaños, uno sale cantor sí o sí, ¿no?. Y entonces comencé a cantar desde chiquitita. Y Mercedes (Sosa) fue una de los intérpretes que más me marcaron porque bueno, obviamente marcó la música no solo mi vida, sino la vida de todos los que amamos la música y el folklore.
Además a partir de ahí entendí la posibilidad de poder comunicar un ideal o comunicar algo que uno tiene para decir a través de la música. Siento que la voz de Mercedes tenía mucho poder y que ella utilizaba su voz con muchísima responsabilidad y desde muchísimos lugares. Para resistencia, para decir lo que pensaba. Eso me parece una inspiración. Ahí me empecé a dar cuenta que uno cuando canta comunica. Podés hablar de amor o de lo que sea, pero siempre se comunica algo. Eso despertó en mí algo algo importante.
—Le das mucha importancia a la puesta en escena en tus actuaciones.
—Creo que en particular se fue dando porque también el disco fue terminando de tomar forma cuando se empieza con una idea y después en el proceso de esa idea, va mutando. Vengo del campo de las Artes Combinadas. Estudié en la Unne Licenciatura en Artes Combinadas entonces es muy natural para mí mezclar. Sí o sí, si hay música, para mí eso va acompañado de una imagen. O si es una imagen va acompañada de un sonido, una aroma, una textura. Hay algo que me interesa mucho de mixturar los universos. El disco tiene mucha fusión de sonidos de Latinoamérica. Entonces, como el disco es algo muy collage, me gustaba la idea de que la presentación también sea algo de mucha fusión. En este caso de lenguajes artísticos. Así cuando empecé a pensar cómo hago para transmitir todo lo que este disco representa solo con música, cómo puedo acompañar, se me ocurrió esta experiencia inmersiva donde la idea era que uno recorra. Que pueda tocar, que pueda sentir un aroma, que pueda moverse dentro de un espacio y sentir que entra en un universo distinto y así surge esta idea. Se fue construyendo poco a poco pero llevó varios meses de preparación porque es un proyecto independiente. Lo trabajamos desde, obviamente, con todo el profesionalismo que tenemos. Llevó muchos meses de trabajo y un equipo grande pero el resultado fue hermoso y siento que fue una buena idea.
—¿En qué te inspiras para hacer todo este proyecto?
—Para hacer música me inspiran un montón de cosas. Creo que cuando encontré la posibilidad de hacer foco en un detalle y hacer como una foto mental y escribir sobre eso me di cuenta que habían un montón de cosas a nuestro alrededor, que escondían una historia. A veces existe o a veces uno la puede inventar y ahí empecé a trabajar sobre esto. En el disco, hay muchas canciones que nacen de cosas que viví yo y a partir de esa idea, desde una vivencia o de un aprendizaje, también surge la canción completa, pero obviamente uno se inspira de lo que vive pero también de lo que la rodea. Me gusta mucho ver detalles y así como te digo que escribo una canción y pienso en cómo se ve, también veo una imagen y pienso en cómo se escucha, ¿no? Eso me inspira mucho. Entonces ya desde el nacimiento de la idea, de la semilla principal, viene con este combo de sensaciones, por eso también la presentación sale de ese lugar. Me inspiró de todo eso y me inspiro mucho de escuchar música y también de ver artistas que traen esta propuesta integral. Por darte un ejemplo, Mon Laferte es un artista que me gusta mucho y también trae una propuesta como con todo. Dentro de todo eso, encontrar la identidad de uno es muy importante. Entonces es un viaje entretenido y que trae un montón de vertientes, pero creo que la curiosidad es lo que me lleva también a empezar a experimentar con todas estas ramas del arte y mezclar y ver cómo quedan y escribir estas canciones y presentarlas así.
—Viniendo de una familia que escuchaba chamamé y si bien está bueno cantar canciones con vertientes que tienen raíz Latinoamericana, por qué no elegiste solo este género.
—Nunca canté chamamé como para dedicarme. Siento que me gusta mucho escuchar y cantar en la intimidad, pero nunca me dediqué a cantar. Es parte de mi historia y siento que así como el chamamé es parte de mi historia, viene desde mi raíz, desde mi hogar, un montón de otros géneros. Evidentemente soy una persona muy curiosa y no pude enfocarme en una cosa. Y me sale natural escuchar un montón de cosas y querer experimentar. Entonces en lugar de encerrarme en algo dije, bueno, total, la música es libre, me da la posibilidad de moverme, de probarme también de ver cómo se escucha mi voz en un bolero. Surge del juego un montón. No sé, me gusta mucho Chavela Vargas y decía: Ay! quiero escribir algo como con esta esencia de Chavela. Como un poco más irónica o un poco más juguetona. También arrabalera y fuerte. Así surge, Guárdame, desde ese juego, por ejemplo del personaje. Cómo escribiría una mujer que se pone en la piel de Chavela una canción que habla de esto que me está pasando. Desde ese juego surge esta canción. Del juego de ver cómo se pone romántica y en modo bolero escribo un bolero. Así surge Calendario que es otro de los temas del disco. Me divierte meterme en pieles y personajes y me hubiera costado mucho quedarme solamente en un género. No me veo ahí encasillada.