Milena tiene solo 3 años y desde hace tres meses su vida dio un giro inesperado. Lo que parecía una simple constipación terminó revelando algo mucho más grave, un tumor pélvico. La pequeña está internada en el Hospital Gutiérrez de Buenos Aires y está a la espera de una biopsia que se realizará este lunes para saber si el tumor es maligno o benigno, y en base a eso, definir si podrá ser tratado o deberá ser extirpado.
Su mamá, María de los Ángeles Gómez, relató a El Litoral cómo fue el duro camino que pasaron en estos últimos meses.
“Todo empezó con un problema que no podía ir de cuerpo, todos nos decían que estaba constipada no más, fuimos al medico y nos mandaron a hacer una resonancia magnética y ahí se detectó el tumor”, contó.
Hace tres meses, la pequeña comenzó con dolores de espalda y luego que no podía ir al baño. Con el correr de las horas, aumentó su preocupación ya que comenzó a crecer su panza hasta quedar como “un globo”. Recorrieron salas de atención primarias de la salud y hospitales, pero luego de la resonancia magnética fue derivada de urgencia a Buenos Aires.
En un vuelo sanitario, la pequeña Milena viajó junto a su madre para una rápida atención y desde esta semana se encuentra en la capital del país.
“El tumor es pélvico y le tienen que hacer una biopsia el lunes para sacar la muestra para ver si es maligno, benigno y si se puede tratar o si no le van a extraer. Ahora, está comiendo, cosa que hasta hace poco no hacía, bajó 13 kilos, su piernita casi no tiene fuerza”, agregó.
Mientras tanto, permanece en cama, con poco peso y movilidad reducida.
“No se puede sentar porque le duele la cola y la panza. Está con una sonda porque no puede hacer pis sola”, detalló su madre, quien no se separa de su lado desde el traslado sanitario que les permitió llegar hasta la capital del país para una atención más especializada.
Pequeños avances
A pesar del panorama difícil, hay pequeños avances que en la vida de una niña significan mucho.
“Ahora ya está empezando a comer, a soltar gases, manchar el pañal, cosas que no hacía. Va progresando de a poco. Con paciencia, todo se puede”, expresó María con esperanza.
Agradeció profundamente la atención recibida en el Hospital Pediátrico de Corrientes y también en el Gutiérrez, donde dice sentirse contenida y escuchada por los médicos que “cada rato vienen a controlarla”.
Pedido de colaboración y solidaridad
Sin embargo, los gastos diarios siguen siendo una carga para la familia. Aunque tienen dónde quedarse, María no puede trabajar y necesita ayuda económica para pañales, toallitas húmedas, agua, crema para las escaras y otros insumos básicos.
“No pido mucho. Es lo que cada uno quiera dar, aunque sea $150. Todo es bienvenido. Pero más que nada, les pido que recen por mi hija”, sostuvo María Ángeles.
Quienes deseen colaborar pueden hacerlo mediante el alias Angel2241.
(VT)