“Ya tuvieron el incremento del 30 por ciento dispuesto por el Gobierno y lo cobraron, y creo que corroboraron que no es una cifra insignificante este aumento como decían desde los gremios. Ahora considero que es tiempo de que los trabajadores vuelvan a sus puestos laborales para iniciar desde allí un nuevo diálogo”, resaltó ayer el ministro de Salud de la Provincia, Adolfo Schneider.
De esta forma, el funcionario salió al cruce de la nueva convocatoria de los sindicatos de la sanidad a un paro de 72 horas previsto para la semana entrante, apenas culminó una huelga similar implementada desde el lunes al jueves pasado.
El contragolpe oficial fue certero: “Así como desde el Ministerio se respeta que los trabajadores tienen derecho a manifestarse y a hacer huelga, nosotros también tenemos derecho a descontar de los salarios las horas no trabajadas”, planteó el titular de Salud en una conferencia de prensa desarrollada ayer en horas de la mañana. Schneider anunció entonces que el Gobierno no reconocerá la huelga que realizan los empleados de la Salud, por lo que les descontarán los días no trabajados por paros.
Aseguró que en esta discusión “estamos abiertos al diálogo”, pero considera que en los gremios predomina una postura intransigente. “Tienen que reintegrarse a sus lugares de trabajo porque nosotros no seguiremos el ritmo que marca la dirigencia gremial”, subrayó en otro tramo de la charla, a la vez que destacó: “Con esto sólo afectan a los más pobres”.
“A pesar de que estamos reforzando la atención en los Centros de Atención Primaria para la Salud, hay que dejar en claro que habrá diferencia de haberes entre los que cumplen con su trabajo y los que se pliegan al paro”, insistió.
El titular del Ministerio de Salud manifestó que las últimas mejoras otorgadas para empleados de hospitales y centros de salud son suficientes para el Gobierno, por lo que no habrá modificaciones a los salarios en el corto plazo. “No seguiremos aumentando”, indicó.
Además, afirmó que los paros son “inapropiados” por las medidas en materia salarial que instrumentó el Gobierno. Señaló en este sentido los últimos aumentos que el Ejecutivo otorgó a todos los empleados de la administración pública y algunos especiales para los de Salud.
Según datos del Ministerio de Salud, desde septiembre el sector de la sanidad aumentó su piso salarial en un 40 por ciento, y en general todos los trabajadores recibieron un 30 por ciento de incremento.
De esta forma, el funcionario salió al cruce de la nueva convocatoria de los sindicatos de la sanidad a un paro de 72 horas previsto para la semana entrante, apenas culminó una huelga similar implementada desde el lunes al jueves pasado.
El contragolpe oficial fue certero: “Así como desde el Ministerio se respeta que los trabajadores tienen derecho a manifestarse y a hacer huelga, nosotros también tenemos derecho a descontar de los salarios las horas no trabajadas”, planteó el titular de Salud en una conferencia de prensa desarrollada ayer en horas de la mañana. Schneider anunció entonces que el Gobierno no reconocerá la huelga que realizan los empleados de la Salud, por lo que les descontarán los días no trabajados por paros.
Aseguró que en esta discusión “estamos abiertos al diálogo”, pero considera que en los gremios predomina una postura intransigente. “Tienen que reintegrarse a sus lugares de trabajo porque nosotros no seguiremos el ritmo que marca la dirigencia gremial”, subrayó en otro tramo de la charla, a la vez que destacó: “Con esto sólo afectan a los más pobres”.
“A pesar de que estamos reforzando la atención en los Centros de Atención Primaria para la Salud, hay que dejar en claro que habrá diferencia de haberes entre los que cumplen con su trabajo y los que se pliegan al paro”, insistió.
El titular del Ministerio de Salud manifestó que las últimas mejoras otorgadas para empleados de hospitales y centros de salud son suficientes para el Gobierno, por lo que no habrá modificaciones a los salarios en el corto plazo. “No seguiremos aumentando”, indicó.
Además, afirmó que los paros son “inapropiados” por las medidas en materia salarial que instrumentó el Gobierno. Señaló en este sentido los últimos aumentos que el Ejecutivo otorgó a todos los empleados de la administración pública y algunos especiales para los de Salud.
Según datos del Ministerio de Salud, desde septiembre el sector de la sanidad aumentó su piso salarial en un 40 por ciento, y en general todos los trabajadores recibieron un 30 por ciento de incremento.
