n Lo hemos comprobado en películas de época, cuando el parroquiano los visitaba en busca de algún remedio muy precario y casi casero que cure su afección.
El diccionario lo define como Botica o almacén de víveres, ya que lo esencial eran recetas primigenias que en esos lugares eran realizadas para cualquier dolencia que se busque, y que amén de ello otros artículos elementales cubran sus estanterías de permanente usos de los hogares de entonces.
Como las droguerías, el Maestro Boticario, era el indicado de preparar las recetas solicitadas que, a partir del siglo XV, se impusieron a partir del título que los habilitaba para tan saludable tarea.
Era como decir: Botica y algo más, donde se encuentra lo imprescindible como lo imprevisto, de allí el dicho popular de “Todo como en Botica”.
Por estos días, en que el mundo resulta chico, donde lo imposible está en la estantería de la vieja Botica, todo es capaz de ofrecer hasta lo inaudito e impensado: un mundo cada vez más chico.
Los argentinos siempre fuimos propicios a divertirnos de los acontecimientos que a pesar de su crítica popular, eran puestas en escena a través del humor, liberador de presiones.
Entonces el dicho popular, tan repetido se imponía comparándolo DE TODO COMO EN BOTICA. Como diciendo que hay de todo para todos los gustos.
Por ejemplo, cuando “La Revista Dislocada” de Delfor, a través de su libretista Aldo Camarotta lanzó: “Deben ser los gorilas, debe ser. Que andarán por allí. Deben ser los gorilas, deben ser, que pasaron por aquí.”
En directa alusión a los contreras del peronismo, dicho que hasta hoy se lo utiliza como los remedios del viejo Boticario.
Tato Bores fue otro referente con sus famosos monólogos, que eran un tirón de orejas semanal, que más que bromas eran principios olvidados, no practicados porque resulta más fácil asumir sin compromisos. Así también nos fue.
Me acordé en estas semanas cruciales, del “Hombre de las mil voces”, Pepe Iglesias “El Zorro”, se llamaba José Ángel Iglesias Sánchez, argentino nacido en Buenos Aires pero de repercusión internacional, en especial nuestro país. Chile y España.
Pepe Iglesias fue un cultor de las palabras por radio, de excelente humor, que también pasó por el cine nacional con una filmografía abundante, que hoy la recordamos memorando celebrados títulos de entonces.
“Ché, qué loco”, “Los sobrinos del Zorro”, “El heroico Bonifacio”, “Como yo no hay dos”, “El Zorro pierde el pelo”, “Como yo no hay dos”, “Si usted no puede, yo sí”, “Piantadino”, “Avivato”, “El barco sale a las 10”, “Un ángel sin pantalones”, “El tercer huésped”, “Mi novia es un fantasma”, y sigue la abundante nómina.
Pero el espectáculo para Pepe Iglesias no era un inconveniente, al contrario significaba el contacto permanente con su público, tal es así que también se desempeñó como compositor de canciones populares.
Y, aquí como en el cine, advertimos: “CUALQUIER PARECIDO CON LA REALIDAD, ES PURA COINCIDENCIA”, porque uno de sus éxitos fue justamente: “Salí al balcón, salí al balcón, mi querida mariposa, y “Esmeralda rascame la espalda”
Si le parece conocido, está en lo cierto. Un periodista tituló: Parece una joda, pero es cierto. El balcón existe, como así Cristina ”la querida Mariposa”. Seguro que si uno tiene que explicar a un extranjero no lo entienden, es que somos inentendibles.
Siempre el humor argentino en especial da en el clavo, es una permanente advertencia no entendida, siempre caemos en el mismo pozo de la misma manera, y no entender que se está cumpliendo una sentencia.
Otro programa que rompió el molde, fueron los muchachos de “La noticia rebelde”, Castelo-Abrevaya-Guinzbourg-Becerra. Ellos formulaban como slogan de presentación: LA NOTICIA REBELDE, un aporte más a la confusión general.” Brillante y certero.
Y después, esto sí es en serio, la Guerra en Medio Oriente. El odio a mil, con intervenciones inhumanas, saldos patéticos a su paso del hombre por la tierra.
Que hay tregua. Que no las hay. Que Irán estando en paz continuara, desarrollando la tan comentada energía atómica. Que Israel no se quedará con los brazos cruzados de suceder así.
Desde que nace el ser humano ve cómo eliminar a su hermano de existencia, con armas cada vez más letales, destruyendo sueños, hogares, con el miedo como estado natural, donde ya no somos espectadores distantes, sino protagonistas impensados de miles y toda la parafernalia para celebrar el holocausto.
Mejor DE TODO COMO EN BOTICA, porque el consumismo elige lo que quiere aunque fuere la guerra.
Esto es mucho más serio de lo que parece. Pensé ponerle como título al artículo: SALÍ AL BALCÓN en memoria a Pepe Iglesias, que aunque no se sepa su nombre el lector conectará con los hechos para coincidir que hay hechos que son una joda, y otros que nunca lo fueron.
Mejor DE TODO COMO EN BOTICA, porque el consumismo elige lo que quiere aunque fuere la guerra.