Imperio Bahiano irrumpe con ímpetu en la avenida de desfile y sostiene el paso vivo durante toda su actuación, brindando un espectáculo brillante y ajustado. El tema es una fantasía, creación original, en el que criaturas del bosque de las leyendas medievales; cisnes, dragones y unicornios definen un universo mágico.
En el avance se la ve venir armoniosa y con mucho movimiento. El portal es colorido, impactante y de muy buena factura, bien resuelta la síntesis del tema.
En la composición de la danza se usaron recursos de mucho efecto, que la columna realiza con sincronía y seguridad. La dinámica de la marcha es rápida, vivaz, alegre. Grandes grupos se arman y desarman en tiempos ajustados, usando todas las direcciones posibles del espacio y conformando una imagen atractiva, con variedad y animación. La marcha es arrolladora.
El vestuario, realizado con detalle y cuidado -característica general de las grandes protagonistas de este Carnaval en el que la calidad de la realización en el vestuario ha sido buscada con esmero por la mayoría de las Comparsas y Agrupaciones participantes- es original en cuanto define a los personajes con sólo detalles en tocados y formas en los espaldares. En los trajes usa ornamentos de reminiscencia medieval. Imperio presentó un recurso cromático de mucho efecto: las tres solistas llevan espaldares en colores bien definidos y vibrantes, usando en algunos diferentes matices dentro del mismo color. Los grupos son totalmente blancos en el emplumado. El efecto es hermoso
Destaca la realización de los tocados, con esmerado trabajo de filigrana, realizado con preciosismo, lo que los hace visualmente livianos a pesar de sus dimensiones.
Remarcable la presentación de las cordoneras, Ala Futura, con vestuario gracioso y resuelto con excelencia, gracia y armonía absoluta en la danza.
La muy buena selección musical, bien ejecutada por la sobresaliente banda y bien soportada por la percusión, acompasa la marcha sostenida de Imperio que cada año se supera a sí misma. El show de la Escuela de Samba demostró una vez más la predilección de esta agrupación por el toque fuerte, no por eso menos sutil, el apoyo en los graves, y creativas variaciones con los instrumentos livianos. Ajustada, briosa, con marca precisa, la demostración de la percusión fue breve pero contundente.
La bastonera pasó bailando muy bien frente al palco de prensa y pudimos por fin apreciar mejor el trabajo de una de estas figuras de las que poco hemos podido decir en cuanto a su desempeño en el corso. Mariana Torres cumple con todos los requisitos: se mueve "a la batuta" con elegancia no exenta de sensualidad, remarcando las variaciones de la batería con originales combinaciones de pasos. Es bella, simpática, tiene actitud.
Un espectáculo refinado, un vestuario exquisito, una columna fuerte que levanta la tribuna y aviva el espíritu carnavalero.