Una de las primeras facetas fue una dentadura arrojada al campo de juego. Sí, uno de los plateistas enloqueció y, totalmente fuera de sí, se quedó sin "su comedor". Insólita acción. Tan insólita, como cómica. No así, lo que ocurrió minutos más tarde, con la hinchada arrojando proyectiles y fuegos de artificio a la cancha, en pleno segundo tiempo. Como resultado, el encuentro tuvo que demorarse algunos minutos.
Ya en la finalización del match, el clima siguió hot, ya que muchos hinchas cantaron contra los jugadores y dirigentes. "Jugadores, jugadores, no es los decimos más. Si nos mandan la descenso, los mandamos al hospital" y "El Bicho no se vende" fueron algunas de las frases pronunciadas en ese tenso ámbito. Un momento lamentable para el Bicho.
OLE