Después de sufrir una descompensación, los médicos del Garrahan le realizan una intervención a Renzo para conectarlo al Berlin Heart, un dispositivo que funciona como un corazón artificial. Era el último recurso para mantenerlo estable hasta que llegue un donante. Los especialistas lo recomiendan para un plazo no mayor a 6 meses, pero Renzo lo usó por más de 7 meses.