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Terrenos baldíos, dificultades vecinales y municipales para obligar a la limpieza

TERRENOS. Uno de los predios ubicado en el barrio Fray José de la Quintana, que demuestra el abandono de los propietarios y la contribución con basura de los vecinos.

POR MARIA NYDIA ROMERO

@Nydiaromero

En la urbe existen sitios baldíos que pueden afectar las condiciones de habitat de los vecinos ya que generan importantes consecuencias en materia de salud, seguridad y valor inmobiliario. Desde la Municipalidad sostienen que la normativa vigente obliga a los propietarios a mantenerlos limpios y en caso contrario el Estado está habilitado a actuar tras la intimación y sanción correspondiente.

Salvo pocas excepciones  estos terrenos en su gran mayoría se encuentran abandonados y se convierten en verdaderos focos infecciosos, como así también contribuyen a que la zona sea propicia para que se ejecuten hechos delictivos, según denuncian los vecinos.

La Ordenanza Nº 5.373 que fue sancionada el 21 de octubre de 2010 y promulgada el 11 de noviembre de ese año, rige a este tipo de lugares en lo que respecta a las obligaciones de los propietarios en cuanto a su limpieza y cuidados. Así también faculta al Municipio a intervenir en determinados casos, tras la intimación y sanción correspondiente cuando se encuentren abandonados y representen algún tipo de peligro para la comunidad.

Consultado por El Litoral el subsecretario de Gestión Ambiental, Mario Duarte, manifestó que “este es un tema que sin dudas genera mucha  preocupación, por todas las consecuencias que provocan en materia de salud, seguridad, valor inmobiliario y tributario”.

En cuanto a la normativa vigente dijo que “si bien la norma se refiere a las intervenciones que puede realizar la comuna, ya sea en un terreno público o privado, también establece las obligaciones que tienen los propietarios”.

En relación al origen de este tipo de sitios, manifestó que “estos lugares son generados por una multiplicidad de circunstancias. Tenemos propietarios fallecidos sin descendiente o que no se hacen cargo; personas que compran los terrenos y luego dejan de pagarlos y lo abandonan; familias que adquirieron la propiedad y empezaron a construir, pero por diferentes motivos se fueron de ahí”, explicó.

Denuncia y acciones

Según lo informado por Duarte, en primer lugar la Comuna detecta estos puntos críticos, a través de varios canales como las delegaciones municipales, los vecinos o también por las recorridas que realiza el personal del área. Luego se procede a ubicar a sus propietarios  a través de los registros de la Agencia Correntina de Recaudación (Acor).

“En este tipo de casos nosotros tomamos todas las precauciones legales necesarias a fin de evitar cualquier inconveniente. En primer lugar intimamos a los dueños o responsables del terreno, luego esperamos el tiempo estipulado y después procedemos en el caso de que no haya respuesta y actuamos según los parámetros establecidos y vigentes”, detalló.

“Actualmente en el centro estamos en la regularización de la casa Arias ubicada cerca del Municipio (Mendoza y 25 de Mayo), ya que su deterioro interno genera muchas alimañas”, agregó.

En lo que respecta a la limpieza de los lugares y el costo que la tarea implica, sostuvo que “las acciones las pueden ejecutar la dirección general de Higiene Urbana a través de su personal o también las llevan a cabo las delegaciones barriales, pero a cargo del propietario quien en más de una oportunidad, al ser intimado, solicita al municipio el saneamiento del mismo”.

“Este problema se agrava aún más, cuando se convierten en basurales por acción de los vecinos, quienes una vez que se deshacen de lo producido creen haber solucionado el problema, pero en realidad están perjudicando a todo el barrio”, aclaró.

Ademas, el funcionario comunal indicó que “hay que recordar que las acciones tendientes al saneamiento de estos lugares se intensificó en los últimos meses por la proliferación del dengue y la leishmaniasis, por lo cual hemos realizado campañas de concientización y múltiples tareas en los barrios”. 

Proceso de urbanización

Por su parte la subsecretaria de Desarrollo Urbano de la Municipalidad, Susana Odena se refirió al tema y manifestó que “existe una normativa vigente que establece un impuesto diferenciado para estos sitios, ya que la cuestión tributaria en estos casos es analizada profundamente y el objetivo es lograr que los mismos dejen de ser terrenos vacantes”.

En cuanto a la cantidad de puntos críticos existentes en la ciudad dijo que “por lo general no son muchos, podemos decir que no superan el 30% y en su gran mayoría son privados lo que genera  acciones previas para que el Municipio pueda intervenir”.

En lo que respecta al cuidado, la funcionaria comunal manifestó que “el Municipio realiza tareas en estos lugares, porque sus consecuencias generan diversos problemas, sobre todo en materia de salud ante la proliferación de bichos. No hay que olvidar que vivimos en una zona de mucho calor y por eso se ejecutan las acciones contra los propietarios que no cumplen”.

Por último Odena  sostuvo que “otra de las consecuencias es la pérdida del valor del suelo y a las viviendas provocando por ende que resulte más dificultoso urbanizar la zona, dada la presencia de estos lugares que cotidianamente tratamos de erradicar mediante múltiples acciones desde el Municipio”.

Sin dudas, la ciudad  fuera del casco céntrico merece otra lectura en materia de urbanización. Si bien desde la Municipalidad se encuentran trabajando  en la regulación de estos espacios, es primordial intensificar aún más las acciones en los barrios que se encuentran fuera de las cuatro avenidas.

Todo con el objetivo de evitar la propagación de estos lugares y que en consecuencia se generen mejores condiciones de vida para los capitalinos.

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