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Mitos y verdades sobre la exposición al sol

Por El Litoral

Jueves, 30 de noviembre de 2017 a las 01:00
El sol en exceso es uno de los principales enemigos de una piel saludable, pero más allá de que las personas busquen cuidarse, existen mitos que pueden confundir. El Comité de expertos de la Campaña Nacional de Prevención de Cáncer de Piel de la Sociedad Argentina de Dermatología los enumeró para despejar todo tipo de dudas.
• El sol en exceso puede provocar cáncer de piel. Verdadero. La exposición crónica  o las exposiciones agudas con quemaduras pueden causarlo años o décadas después.
• El bronceado protege la piel del sol. Falso. El bronceado se produce después de que el sol dañó la piel. El color de piel propio de las razas de piel más oscuras es más efectivo. Muchas personas que tienen cáncer de piel han vivido muchos años al sol y supuestamente tenían la piel “curtida”. Lamentablemente no es así.
• Se debe cambiar el factor de protección a medida que la piel se tuesta. Falso. La protección tiene que ser siempre la misma. El objetivo es tomar un bronceado muy leve. Bronceado intenso es sinónimo de daño.
• Las quemaduras solares durante la infancia y adolescencia aumentan el riesgo de padecer melanoma maligno. Verdadero. Después de una quemadura solar la piel necesita unos quince días para curar las ampollas y meses para volver a exponer la zona sin volver a irritarse. Pueden además dejar manchas parduscas que parecen pecas, pero no se van, como testigo de la quemadura. Pero el daño ocasionado puede manifestarse muchos años después. Por eso evitarlas  es de enorme importancia en la prevención.
• Los chicos tienen que cuidarse más que los adultos. Falso. A cualquier edad el sol provoca daño sobre la piel. En general, los consejos de foto- protección son iguales a cualquier edad. En los menores de dos años hay que utilizar cremas protectoras sólo en pequeñas áreas y en los menores de 6 meses no hay que usarlos.
• Las camas pueden provocar cáncer de piel. Verdadero. El bronceado provocado por los rayos ultravioletas A que emiten las camas solares pueden causarlo. Los usuarios de este método tienen riesgo bastante aumentado.
• Las cremas autobronceantes no son dañinas. Verdadero. Son productos que producen un cambio en la capa superficial de la piel que da apariencia de bronceado. Pero no lo es ni representa ningún riesgo. Y por eso tampoco otorga esa mínima protección contra el enrojecimiento que da el bronceado (equivalente a un factor de protección 2-4)
• Los días nublados no hace falta protegerse. Falso. Algunos rayos ultravioletas tienen energía suficiente para atravesar las nubes y tener efecto sobre la piel. Por eso no hay que descuidarse los días nublados o con resolana.
• Es necesario tomar mucho sol para producir vitamina D. Falso. Los rayos ultravioletas B activan la vitamina D de la piel a su forma activa. Se necesita una cantidad mínima de sol (depende de las latitudes) en un área chica del cuerpo (cara y manos) para obtener este efecto. El resto de la vitamina D se adquiere mediante alimentos. Las personas mayores, que suelen estar poco al sol y que tienen un mayor requerimiento diario de esta vitamina pueden adquirirla ingiriéndola sin necesidad de exposiciones que son dañinas para su salud.
 
Indicaciones 
Los profesionales indican ciertas condiciones para evitar los daños del sol
- Evitar el sol entre las 11 y las 16. En ese horario hay que estar en la sombra absoluta o lo menos posible.
- Aunque se utilice un protector alto no quiere decir que se pueda estar al sol todo el día. La gente debería autorregularse. Aplicarlo siempre 20 minutos antes de la exposición y renovarlo cada 2 horas. También, al salir del agua o si se transpira.
- Los que tienen lunares deben ir a un dermatólogo una vez por año o cada 6 meses. 
- Luego de estar al sol, darse un baño y aplicar una crema hidratante.
- Usar protectores solares adecuados. Lo ideal es que el dermatólogo recomiende a cada persona el que le corresponde, ya que depende de su tipo de piel, de sus hábitos (si son deportistas, por ejemplo), de su edad, etc. Si necesita protección total pasa de factor 50 y los bebés 60 o 70.
- Usar ropa clara, de jean o algodón, sombreros de ala ancha (7 cm) y anteojos de sol adecuados.
- Algunos medicamentos pueden aumentar la sensibilidad al sol, como los anticonceptivos y los antiinflamatorios.
 
 

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