Comenzará a regir desde el próximo miércoles la ordenanza que prohíbe la venta y el uso de pirotecnia de estruendo en la ciudad. La normativa fue aprobada el año pasado por el Concejo Deliberante capitalino y estipula controles y sanciones en caso de que se detecten incumplimientos.
Así, a partir de esta semana, los comercios que ofrecían ese tipo de artefactos ya no podrán hacerlo, salvo que se traten de algunas excepciones, como aquellos que producen sonidos menos estruendosos. Consultado sobre esta situación, el secretario de Ambiente del Municipio, Julio Bartra, dijo ayer a El Litoral que “se van a realizar los controles pertinentes para hacer cumplir con la ordenanza que entra en vigencia”.
A cargo de los operativos estará el personal que se dedica a esas cuestiones y que integra el equipo de Contralor Ambiental. Según comentaron desde el Municipio, las recorridas son habituales y a partir del miércoles los controles estarán orientados también a la pirotecnia de estruendo, que es la que se prohíbe en la ordenanza.
De esta manera, existen otros artefactos que sólo generan luz o que están dentro de los límites de decibeles aceptables, como los chasquibum que suelen ser utilizados por los más pequeños.
Los controles apuntarán a los comercios fijos y también a los puestos callejeros, que aparecen sobre todo cerca de fin de año. “La normativa incluye a todos y, por ende, nuestros controles van a ser en general”, sostuvo Bartra ayer en diálogo con este matutino.
En caso de detectar irregularidades, los inspectores están autorizados a tomar las acciones necesarias para que se cumpla con la nueva legislación. Al respecto, el secretario de Ambiente expresó que “hay casos en los que se puede hacer una advertencia para que se dejen de exhibir y vender o de lo contrario se deben aplicar las multas correspondientes”, advirtió el funcionario municipal.
Vale recordar que la ordenanza entra en vigor recién ahora porque fue aprobada poco tiempo antes de las fiestas el año pasado, cuando los comerciantes ya habían comprado mercadería y contaban con un stock amplio. A partir de esta semana, ya no podrán exhibir ni vender este tipo de productos.
Además de la comercialización, la normativa prohíbe también la producción, distribución y el uso de la pirotecnia de estruendo elevado, por considerarla dañina. De la elaboración del proyecto participaron padres de niños TEA (transtorno del espectro autista), ya que son los más afectados por los fuertes sonidos de los cohetes. Además, se tuvieron en cuenta también los daños que generan a los animales.
En caso de detectar la presencia de estos elementos, el Municipio capitalino, además de sancionar al infractor, deberá confiscar la mercadería y destruirla, para evitar que vuelva al mercado o que pueda ser utilizada.
Además, a partir de este miércoles también, los vecinos de las diferentes zonas de la ciudad podrán realizar denuncias telefónicas ante la Comuna en el caso de que adviertan que se está incumpliendo la ordenanza de prohibición. De esa manera, el Municipio enviará inspectores para constatar la situación y labrar las actas correspondientes.
Desde los comercios especializados en este tipo de artefactos hubo cierta resistencia el año pasado cuando el proyecto se trató y finalmente fue aprobado, aunque expresaron que cumplirán con lo establecido en la nueva normativa. Seguirán vendiendo pirotecnia, pero exclusivamente productos que no generan estruendo ni silbido, los cuales están permitidos.
Los controles municipales, aunque arrancarán esta semana, se profundizarán cerca de las fiestas de fin de año, que es cuando comienzan a comercializarse los productos de estruendo. En ese período, harán hincapié en el control a los puestos callejeros, donde la actividad estaba prohibida incluso antes de la promulgación de esta nueva ordenanza.