La declaración de alerta emitida por SENASA busca fortalecer la frontera sanitaria y tomar las precauciones necesarias. La medida fue tomada en consenso con el resto de los países de Sudamérica.
Las medidas preventivas se aplican en las fronteras, aeropuertos y puertos, teniendo en cuenta que hay mercaderías, productos cárnicos, animales en pie y material de reproducción que está prohibido ingresar a la Argentina sin las certificaciones correspondientes.
Se refuerzan los controles que ya se realizaban de manera rutinaria. Se concientiza además a las personas, pasajeros, turistas sobre lo que se puede ingresar al país y lo que no está permitido. Los mecanismos de control utilizados son similares y acordados con los demás países.
La Médica Veterinaria Gabriela Chileski, especialista en Producción y Sanidad Porcina se refirió de manera puntual al riesgo que traería tener el virus en el país “por tratarse de una enfermedad de propagación muy veloz hay que tomar todas las medidas posibles a los efectos de sostener el estatus sanitario de excelencia que tiene la Argentina en lo que respecta a la producción porcina”, indicó.
Con respecto al impacto de tener el virus en el país, Chileski fue concreta, “el principal impacto es el económico ya que afectaría la producción porcina local. Al ser sumamente contagiosa afecta a los cerdos domésticos y salvajes, con las implicancias en toda la línea productiva del sector”.
Por último, aclaró que la PPA “es una enfermedad viral que afecta a los cerdos domésticos y salvajes. No afecta a los seres humanos, no es una zoonosis ni es causa de una futura pandemia mundial. Hay que llevar tranquilidad y resaltar que no afecta a los humanos”, explicó.