“Es la primera vez que tanto las cuencas del Comahue, con los ríos Limay y Neuquén, como el Paraná con Yacyretá y el Uruguay con Salto Grande, coincidieron en una situación de aguas muy bajas y de generación eléctrica muy baja”, dijo el ingeniero Juan Borus, del Instituto Nacional del Agua (Ina).
“Uno de los impactos que estamos teniendo a nivel nacional es el que tiene que ver con la energía”, señaló el funcionario a Radio del Plata. También dio lugar a otros problemas vinculados a la bajante del Paraná, como el de los pescadores correntinos, “que están sufriendo con esto la afectación de su medio de vida. Ni qué hablar de los incendios”.
“La región de cuyo, la mitad oeste de la Argentina, está pasando por su décimo año de lluvias inferiores a las normales que tenía antes. La sequía se va agudizando, estamos en una situación crítica”, advirtió Borus.
“Uno se detiene en los ríos del litoral, porque ahí está concentrada una gran parte de la población y gran parte del producto bruto de la Argentina. Pero también hay que poner la atención en la mitad oeste”, insistió el ingeniero y aclaró que “el continente sudamericano va en camino a cumplir tres años de una sequía predominante en toda la región. El escenario continúa siendo el mismo prácticamente”.
(IB)