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Museo Mario Brozoski: historia e identidad

Es una de las exhibiciones de objetos marítimos mejor conservados del mundo, extraídos por curiosos buzos locales. La historia de la corbeta Swift, construida en 1762 que hoy descansa junto a la costa santacruceña.
 

Por El Litoral

Domingo, 22 de mayo de 2022 a las 01:40

El museo Mario Brozoski, con un moderno y original diseño, permite explorar uno de los bienes patrimoniales subacuáticos más importantes de la Argentina: la corbeta Swift, que yace en el fondo de la ría Deseado desde hace más de 200 años. En sus salas es posible encontrar un valioso testimonio arqueológico de la cultura naval británica de la segunda mitad del siglo XVIII, uno de los mejores conservados en el mundo y que, gracias a las labores realizadas por el equipo de arqueología submarina, es posible conocer aspectos de la cotidianeidad en una embarcación de hace dos siglos atrás. 
Este mérito no hubiese sido posible sin el compromiso de un grupo de deseadenses curiosos y soñadores que en 1982 iniciaron este proyecto con el descubrimiento de los restos de la corbeta Swift. De esta manera, inauguraron una nueva forma de concebir este tipo de bienes patrimoniales y le proveyeron a Puerto Deseado un símbolo de orgullo e identidad.  
El Atlántico Sur fue escenario de importantes enfrentamientos entre grandes potencias, que a través de sus flotas se disputaron el dominio de los territorios patagónicos. En la zona de la actual localidad santacruceña de Puerto Deseado, en el siglo XVIII, cuando la potestad de este territorio enfrentaba a Francia, Inglaterra y España, una embarcación militar británica, la HMS Swift, partió de Islas Malvinas en una labor de reconocimiento. 
El clima los obligó a entrar en la ría buscando reparo; en su intento por anclar en puerto, sufrió un accidente que desembocó en su hundimiento, cobrándose la vida de tres hombres. Este evento se convertirá, más de 200 años después, en el punto de partida para el desarrollo de la arqueología marítima en Argentina, teniendo su máximo punto de expresión en el museo Mario Brozoski, en Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz.
La nave de guerra británica HMS Swift, construida en 1762, era una sloop of war que contaba con 28 metros de eslora y estaba armada con 14 cañones de 6 libras y 12 pedreros de 1/2 libra. Apostada en la base británica en las Islas Malvinas, emprendió con 91 almas a bordo un viaje exploratorio hasta que, ante una fuerte tormenta, resuelven resguardarse en puerto. Sin saberlo, esa decisión daría lugar a una gesta épica que enfrentó a sus tripulantes a las más diversas vicisitudes. 
Al buscar resguardo, la embarcación encalló, eliminaron peso y así lograron continuar. Pero poco después impactaron con un segundo escollo no cartografiado. Esta vez, los daños fueron severos y ocasionaron su hundimiento. Ya reposando en el fondo del lecho marino, y habiéndose llevado consigo la vida de tres tripulantes, los 88 sobrevivientes quedaron varados en las costas inhabitadas de lo que hoy es Puerto Deseado. 
Desprovistos de cualquier insumo, debieron adaptarse a un medio hostil e improvisar las condiciones necesarias para mantenerse vivos. Su meta era una: pedir ayuda; y lo más cercano era el asentamiento en las Malvinas. La perseverancia les permitió construir una chalupa, que fue abordada por siete marinos que lograron atravesar el trecho hasta el puerto malvinense. A un mes de la tragedia, los tripulantes que aguardaban sobre el actual territorio deseadense, vieron el arribo de la única nave británica que podría salvarlos: la Favourite. Entre los sobrevivientes se encontraba el teniente Erasmus Gower, quien redactó y publicó su crónica del acontecimiento.

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