El jugador que le pegó un cabezazo a otro en un partido de futsal en la localidad correntina de Mercedes puede tener una fuerte sanción, informaron a El Litoral fuentes del Tribunal de Disciplina de la Asociación Civil Mercedeña de Fútbol de Salón/Futsal (Amefusa).
Fuentes de dicho organismo, señalaron a este medio que "se está analizando la máxima sanción posible". Sin embargo la pareja de la víctima, adelantó que el agresor "no juega más al fútbol".
La agresión se produjo durante la segunda jornada del Futsal que se disputaba en el gimnasio de la Escuela Normal.
Un jugador de San Martín atacó con un cabezazo a un contendiente del equipo contrario de Cheruvicha B.
La jugada comenzó cuando Javier que usó la camiseta número dos, despejó con violencia la pelota al lateral. Acto siguiente de esa acción, Javier y el rival se molestan. El futbolista de San Martín le da un manotazo, Javier lo empuja y allí es cuando otro jugador del equipo rival se dirigió hacia él y le propinó un brutal cabezazo que lo dejó inconsciente en el suelo.
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Este jueves la pareja del jugador agredido, llamada Carolina, brindó una entrevista al programa Nosotros a la mañana de El Trece de Buenos Aires, dio detalles del incidente y aseguró que el agresor "no puede volver a jugar al fútbol".
“El chico que le empieza a dar codazos parece ser que es el hijo del tipo que agredió a mi marido”, detalló.
“Javier es albañil y siempre juega con el mismo equipo. Yo todas las veces que él juega, lo acompaño. Se vivió un momento difícil porque al verlo no sabes que es lo que tiene o lo que pasa. Es la primera vez que juegan contra ese equipo. Ellos ascendieron y nunca se habían cruzado”, dijo.
El agresor no puede volver a jugar al fútbol
“Está hecha la denuncia y la persona no puede volver a jugar al futbol. El agresor se llama Blancos Pedro. No sabemos a qué se dedica. Vamos a poner abogados porque él es albañil y es complicado porque dependemos de él. Estamos con los abogados para ver qué solución hay”, relató Carolina, la esposa de Javier que tienen una bebe de un año y medio.
A raíz de esto añadió: “Come todo líquido, sopa y yogurt. No puede masticar ni ir a trabajar. El trabajaba de lunes a viernes. Empezaba a las 6, ingresaba a las 14 hasta las 17. Y también trabaja los sábados”.