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El cine nacional se nutrió del tango

El cine nacional como la radio, fueron vehículos difusores donde el tango cantó sus mejores versiones. 

Como era costumbre, como lo fueron los lanzamientos de la radio como el cine, tanto en los Estados Unidos como en la Argentina, fue la música la principal protagonista. En cada país con lo suyo: música clásica y jazz en el país del norte. Música clásica y tango, en los primeros escarceos en ambos medios, en nuestro país, hasta acoplar la voz como conductora, presentadora, dominante guía para facilitar el acceso del audio o el video al oyente o espectador.

Una experiencia llevada a cabo después de muchos años, Guillermo Marconi logra transmitir a distancia sin cables, merced a la radiotelegrafía, entre San Juan de Terra Nova (Canadá), y Polohu en Cornualles (Inglaterra). Esa fue una patada inicial para todo el resto, permitiendo la difusión del audio.

Arranca Estados Unidos con las experiencias previas de Guillermo Marconi, a través de la emisión de un programa experimental de noticias desde la emisora “WWJ” que lo hace en la frecuencia de 950 AM, en Detroit; al muy poco tiempo, 27 de agosto de 1920, “Los locos de la Azotea”, chicos universitarios argentinos, producen la primera transmisión desde el “Teatro Coliseo” de Buenos Aires, para Argentina

También fue la música clásica más el tango que surgía como una marea, llenando el aire como único contenido, aún todavía sin adoptar las líneas estéticas que la radio iría incorporando denotando cada cual su particular forma de ser.

El cine incipientemente tuvo también, todas las experimentaciones naturales de pruebas que coronarían el esfuerzo. El 28 de diciembre de 1895, los hermanos Auguste y Louis Lumiere, realizaron la premier en el “Salón Indio del Gran Café de París”. El recordado corto titulado: “La salida de la fábrica Lumiere, de Lyon” fue el testigo de la primera proyección.

Fue, Georges Meliés, quien desarrolló posteriormente las nuevas técnicas estéticas que luego se incorporarían como mettier común y corriente.

En nuestro país donde han proliferado grandes creadores, el cine no les fue ajeno, y las experiencias numerosas, si bien mudas al principio hasta que la película de Moglia Barth, “Tango” logra sonorizarlas y así poder escuchar a las grandes estrellas de la música ciudadana.

Previamente, fue Eduardo Morera, documentalista, quien filmó una serie de cortos para Gardel con invitados especiales como Enríque Santos Discépolo, Celedonio Flores, etc., creando algo similar al video-clips, adelantándose a su tiempo, con la precaria técnica sonora de disco, o sistema Vitaphone o Vitáfono.

La primer película sonora “Tango”, convocó a un sinnúmero de excelentes artistas: Tita Merello, Alberto Gómez, Mercedes Simone, Alicia Vignelli, Libertad Lamarque, El Cachafaz, y a las orquestas de Ernesto Poncio-Bazán, Edgardo Donato, Osvaldo Fresedo, Pedro Maffia, Juan DÁrienzo, Juan de Dios Filiberto.

Indudablemente fue el despertar de un nuevo público, poder ver y escuchar a los máximos ídolos populares, sin duda un espectáculo de segura difusión.

Indudablemente que los pioneros han sido muchísimos, uno de los primeros fue  José “Negro” Ferreyra. Dicen los entendidos que nuestro cine vio la luz allá por el Año 1897, merced al fotógrafo Eugenio Py, perteneciente a la Casa de fotografía “Casa Lepage” de origen belga, visto que se trataban de cortos mudos, muchos de ellos biográficos, reflejó a Buenos Aires desde sus lugares más tradicionales.

Era de pioneros, y de gente predispuesta a solventar una técnica aún en pañales, costosa y complicada. El Vitaphone o Vitáfono, realmente era un sistema muy complicado de sonorización que si bien el público lo recibía con los brazos abiertos. Era a través de discos con el registro del audio que tenía que coincidir con el movimiento de los labios de los intérpretes.

Entre la Radio y el Cine nacional, el tango se convirtió en el artista predilecto por excelencia, se repetían las mismas expectativas y cada medio se esforzaba por el nivel y la jerarquía de su programación.

Sonido e imagen para exaltarlo, “bien pulenta y bien porteño”

En Radio, la música ciudadana tuvo su espaldarazo en 15 minutos, de lunes a viernes, que iba de 19,00 a 19,15, por LR1 Radio “El Mundo” de Buenos Aires, “El Glostora Tango Club”con la orquesta de Alfredo Dángelis, y posteriormente con lo más granado del género, en vivo y con público en los estudios.

El Cine Nacional convocaba a los argentinos en generosas “colas” para obtener las entradas. Alberto Castillo, de cantor a actor, fue una revelación como comediante, filmando por ello, una nutrida cantidad de películas que fueron sucesos.

Lo mismo ocurría en el cine con Hugo del Carril, para pasar luego, como excelente Director de películas jugadas, como su recordada: “Las aguas bajan turbias”, con las actriz italiana Adriana Benetti, Pedro Laxalt, Gloria Ferrandiz, Herminia Franco, Luis Otero, etc.

Muchísimos fueron los títulos de películas con el tango como esencia, numerosos los actores, variados intérpretes descollaron constituyéndose en éxitos de taquilla, cuando el cine captaba a la familia entera.

Un gran difusor lo constituyó, Antonio Carrizo, a través de su programa radial “De la vida y el canto”, donde frecuentemente charlaba en estudios con Alberto Castillo o Roberto Goyeneche, que lo contaban de primera porque lo vivieron.

Sin duda dos grandes medios, la Radio como el Cine nacional, se nutrieron del tango como contenido, casi suplía a la palabra porque sus versos todo lo decían.

Los grandes ciclos radiales de Aníbal Troilo con sus cantores, o actuando con Alberto Castillo en la película: “El tango vuelve a París”, dirigida por Manuel Romero en 1948, acompañados por Lilian Vallmar, Elvira Ríos, Fernando Lamas, Severo Fernández, etc.

El Cine nacional como la Radio, se nutrieron del tango. Pero el tango se comió la mejor parte, su difusión permitió verlo reflejado en el cine internacional, con “Perfume de mujer”, con Al Pacino; “Mentiras verdaderas”, con Arnold Schwarzenegger. Y toda la vorágine que promovió el espectáculo del argentino Claudio Segovia con: “Tango Argentino” en su gira mundial.

Hace mucho, mucho tiempo que los argentinos urgidos por el bolsillo, presta más atención a lo político, que no nos ha llevado a nada.

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