"Chupandinos" y "pandilleros" eran jerga popular para las dos facciones principales del Partido Unitario en la provincia de Buenos Aires, de las cuales se separaron en dos partidos. “Los chupandinos” estaban a favor de la separación de Buenos Aires de la Nación Argentina, y estaban liderados por Adolfo Alsina, mientras que “Los pandilleros” defendían que Buenos Aires debía formar parte de la Nación y estaban liderados por Bartolomé Mitre.
El Estado de Buenos Aires fue una organización política soberana semiindependiente que existió entre el 11 de septiembre de 1852 y el 17 de septiembre de 1861. Se constituyó luego de la derrota de Juan Manuel de Rosas en la Batalla de Caseros, cuando la provincia de Buenos Aires se separó “de facto” de la Confederación Argentina, al derrocar a las autoridades impuestas por el gobierno federal mediante la Revolución del 11 de Septiembre de 1852, para oponerse a la posibilidad de perder la ciudad de Buenos Aires y las importantes rentas aduaneras de su puerto, si se disponía su federalización. Se organizó constitucionalmente en 1854, bajo un régimen republicano.
En 1859 el Estado de Buenos Aires entró en guerra con la Confederación Argentina, con el fin de disputar la hegemonía sobre la Nación Argentina unificada. La derrota porteña ese mismo año, en la Batalla de Cepeda, llevó a la firma del Pacto de San José de Flores, que estableció que “Buenos Aires se declara parte integrante de la Confederación Argentina” y que podría proponer reformas a la Constitución Nacional sancionada en 1853.
El Pacto estableció también que el territorio de Buenos Aires no podría ser dividido sin el consentimiento de su Legislatura, salvando la posibilidad de que el gobierno nacional pudiera imponer unilateralmente la federalización de la ciudad de Buenos Aires. La integración de Buenos Aires al Estado federal argentino terminó de formalizarse mediante la Reforma constitucional de 1860.
Delimitación territorial - El Estado de Buenos Aires ocupaba una superficie muy inferior a la actual provincia, que recién establecería sus límites definitivos en 1878. Controlaba efectivamente todo el territorio al norte del río Salado hasta la frontera de fortines que establecían el límite con los territorios indígenas establecidos en la región pampeana y la Patagonia: Azul, Tandil, Bahía Blanca; así como campamentos militares en lo que hoy es 9 de Julio, 25 de Mayo y poblaciones planificadas estratégicamente en la Laguna de los Padres y Carmen de Patagones.
Las tierras intermedias a todos estos fortines, campamentos militares y poblaciones estratégicas estaban totalmente fuera del control de la Provincia de Buenos Aires y bajo control efectivo de pueblos indígenas.
La extensión territorial de lo que el estado reclamaba como territorio de jure incluía extensiones de tierras hacia el sur en parte controladas por mapuches y tehuelches, llegando hasta la cordillera de los Andes,
el sur de la Provincia de Mendoza, la Patagonia argentina hasta el Cabo hasta el Cabo de Hornos y las islas Malvinas aludiendo al principio “uti possidetis iuris” de 1810, sin embargo, el límite en base a tal principio sería objeto de la disputa de la Patagonia Oriental, Tierra del Fuego y estrecho de Magallanes con Chile, el cual también reclamó tales tierras invocando el mismo principio. ?
La constitución del Estado de Buenos Aires, promulgada en abril de 1854 establecía los siguientes límites: Artículo 2º Sin perjuicio de las cesiones que puedan hacerse en congreso general, se declara: que su territorio se extiende norte-sud, desde el arroyo del Medio hasta la entrada de la Cordillera en el mar, lindando por una línea al oeste-sudoeste, y por el oeste con las faldas de las cordilleras, y por el nordeste y este con los ríos Paraná y Plata, y con el Atlántico, comprendiendo las islas de Martín García y las adyacencias a sus costas fluviales y marítimas. ?
Su pretensión territorial se superponía con lo que reclamaba la provincia de Mendoza (lo que incluyó en la constitución sancionada el 24 de diciembre de 1854). Una vez incorporado como provincia a la República Argentina, la ley nacional argentina Nº 28 del 17 de octubre de 1862, dispuso que todos los territorios nacionales existentes más allá de los límites o posesión de las provincias fueran nacionales, fijándose los límites por la leyNº 947 del 5 de octubre de 1878.
Tras el derrocamiento del gobernador de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas por parte del gobernador de Entre Ríos Urquiza al mando del Ejército Grande que lo integraba Corrientes, las fuerzas provinciales se instalaron en Buenos Aires. El triunfo militar de Urquiza cristalizó con la organización del país por medio de una constitución federal para la Confederación Argentina. Entre las imposiciones que se realizaban a Buenos Aires estaba nacionalizar los ingresos aduaneros de su puerto y federalizar su entonces ciudad capital, Buenos Aires, que pasaría a ser capital de la Confederación. Esto no fue de agrado de los porteños que experimentaban una prosperidad muy superior al resto de las provincias gracias a los ingresos de la Aduana. Así, algunos grupos de políticos apoyaron la exclusión de Buenos Aires de la Confederación constitucional, recién creada.
Revolución del 11 de Septiembre de 1852 –
1852 - la “Revolución del 11 de Septiembre”. - El correntino Juan Madariaga en encomendado por Valentín Alsina y Bartolomé Mitre, se lanza a propagar la revolución por el litoral. El general Galán, dejado por Urquiza como gobernador de Buenos Aires, cuando el general Pirán proclama la revolución contra Urquiza huyó de Palermo hacia San Nicolás de los Arroyos, seguido de cerca por las fuerzas del general Flores y del coronel Hornos. La Legislatura disuelta por Urquiza volvió a sesionar, y el general Pinto, presidente de la misma, se hizo cargo del gobierno provisional. Buenos Aires, por tanto, se constituyó en Estado independiente, pero sitiada por el vencedor de Caseros.
Junto a un grupo de correntinos el general Juan Madariaga se suma al levantamiento de los "porteños" acaudillados por Valentín Alsina contra Justo José de Urquiza cuando éste se aleja de Buenos Aires. Madariaga, al frente de una fuerte división de correntinos, fue el factor decisivo de este levantamiento.
Desde Santa Fe, donde se esperaba el inicio de la Convención Constituyente, Urquiza lanzó una fuerte proclama contra Buenos Aires, la que contestó con la consagración como gobernador de Valentín Alsina.
El general Juan Madariaga, a quien sus soldados lo llamaban el general Tetéu (tero) por la similitud de sus hábitos con el ave “escucha de nuestros campos”, fue encomendado por Alsina y Mitre para que junto al general Hornos encabezara una expedición militar que levantara a las masas entrerrianas contra las autoridades del Directorio Provisorio que encabezaba Urquiza y evitar de ese modo la reunión de la Convención Constituyente de Santa Fe. Un completo fracaso fue la descabellada intentona auspiciada por Alsina y como consecuencia de ello Madariaga huyó a Montevideo donde pasó una temporada hasta que recaló en la ciudad de Paso de los Libres. En homenaje a aquel levantamiento se le impuso el nombre de "11 de septiembre" a la Plaza que antes se llamaba Miserere y que hoy popularmente se la denomina Plaza Once, extendiéndose inclusive la denominación a todo el afamado barrio porteño.
La revolución continúa - El 10 de noviembre Madariaga y el coronel Lagos embarcan tropas para doblegarlo a Urquiza en su propia tierra. Se embarcan tropas correntinas y entrerrianas adictas a Mitre y Alsina. Corrientes por entonces tenía una gran duda sobre si apoyar a Buenos Aires o a Urquiza, ya que la tendencia liberal de Alsina y Mitre entusiasmaba ante el temor de que Urquiza se transformara en un nuevo caudillo nacional similar al que tanto costó destituir. Pero luego de estos acontecimientos Corrientes afianzó su tendencia hacia la paz y se alejó de la tendencia belicista sustentada por Buenos Aires.
1852 - Renuncia Valentín Alsina. El 6 de diciembre el gobernador de Buenos Aires presenta su dimisión ante la sublevación que desde Luján encabezó el coronel Hilario Lagos sosteniendo el acatamiento a la Convención Constituyente.
"Chupandinos" y "pandilleros" terminaron aproximando sus “apodos” y sus criterios. Primó entre ellos el interés general de Buenos Aires y el país organizado. Buenos Aires en su lugar, las provincias fortalecidas y Bartolomé Mitre llegaría a la Presidencia de la Nación: Mitre continuó la organización institucional iniciada durante la presidencia de Urquiza. Organizó la Corte Suprema de Justicia y las Cámaras Federales y encomendó la redacción del Código Civil a Vélez Sarsfield, y del Penal a Carlos Tejedor. El Código Comercial, se adaptó al ámbito nacional.
FUENTE Todo es
Historia Félix Luna