En esa franja del mercado, este modelo alemán se planta con autoridad por aspectos como calidad, robustez, eficiencia mecánica y equipamiento. Manejamos la versión naftera 2.0 TSi de 200 caballos, que se ofrece en la gama junto a la TDi de 140 CV.
Por dentro
Mantiene un correlato con la imagen sobria -al mejor estilo alemán- que propone desde su exterior. En esta versión tope de gama es el cuero sintético el elemento predominante (en butacas, volante y paneles de puertas), acompañado por una buena dosis de apliques cromados en perillas, consola, volante y algún que otro sector. El instrumental apela al ya clásico formato VW con los cuadrantes analógicos más grandes para tacómetro y velocímetro, dos más pequeños para temperatura y combustible, y un display central para la computadora de a bordo. Sencillo, de fácil lectura y bien iluminado. El volante multifunción –teclas para audio y computadora- se puede ajustar en altura y profundidad y ofrece tamaño y grips ideales. Esto, en combinación con el generoso reglaje eléctrico de la butaca, ayuda a conseguir una posición de manejo más que correcta.
En la parte central del panel resalta la pantalla touchscreen que nuclea al equipo de audio, el navegador y el resto de las funciones multimedia. Es color, intuitiva y de buen tamaño. Atrás el lugar es amplio como para que se ubiquen muy cómodamente dos adultos. Ya el espacio de carga no es de los más holgados, pero con 470 litros (va hasta los 1500) se muestra benévolo como para que con un poco de ingenio se puedan acomodar los bultos.
Las mesitas plegables en los respaldos traseros, varios portaobjetos, los prácticos cajones debajo de las butacas y la guantera refrigerada, son elementos más que interesantes para un plan de viaje en familia. El techo solar eléctrico aporta muy buena luminosidad, pero como la cortina es demasiado traslúcida, en época de calor se puede tornar algo complicado.
Listado generoso
A lo ya mencionado en materia de confort hay que agregar el climatizador; los sensores de estacionamiento; el cruise control; el arranque por botón y el asistente al estacionamiento. Para la objeción: el neumático de auxilio temporal.
En el rubro seguridad el listado incluye: frenos ABS; airbags frontales, laterales delanteros y de cortina; controles de tracción y estabilidad; faros de bixenón direccionales; ganchos Isofix; asistente al arranque en pendientes; y frenos de estacionamiento eléctrico.
Solvencia motriz
El motor naftero de 1984 cc entrega 200 caballos de potencia y un torque de 280 Nm entre las 1700 y las 5200 rpm. Su rendimiento se caracteriza por una entrega gradual y un funcionamiento sereno. La combinación con la transmisión automática tiptronic de 6 velocidades permite un andar confortable, ideal para la ruta, porque responde con actitud ante la necesidad de un sobrepaso, mientras que en tierra “se defiende” de manera decorosa.
La performance comprobada durante los días de prueba nos entregó cifras lógicas para la motorización y tipo de carrocería. En términos de velocidad, ronda los 200 km/h de máxima y se toma unos 8,9 segundos para llegar a los “cien” desde partida detenida.
En cuanto al consumo, anda en unos razonables 8,2 litros cada 100 kilómetros en ruta, sin embargo, se llega a superar los 13 litros en ciudad, todo claro, depende de la energía con la que se dosifique la aceleración.
La dinámica
Un equilibrado ajuste del diagrama de suspensiones le permite ofrecer un comportamiento dinámico para el elogio y en especial por el confort de marcha. Con recorrer apenas unos kilómetros, queda claro que su puesta a punto está orientada para un uso mayoritario en ciudad y ruta, donde saca a relucir sus mejores dotes. A alta velocidad viaja con aplomo aunque por cuestiones lógicas tiende a inclinarse en las curvas más cerradas. Es particularmente ágil para desplazarse en la city donde absorbe con gran eficiencia las imperfecciones de las calles gracias a su eje trasero independiente.
En caminos rurales o en tramos de ripio, se mueve con mucha soltura y permite alguna trepada al momento de buscar diversión aunque es importante no perder de vista que no se trata de todoterreno extremo. Es que si bien el sistema de tracción integral 4Motion trabaja de manera impecable aportando un plus de seguridad en cazadas mojadas o con poca adherencia debido a la presencia de hielo, los neumáticos son netamente ruteros y los ángulos de ataque y salida no son de los más generosos. Ergo: con prudencia, se consiguen grandes satisfacciones al volante, encontrando a la ciudad como un hábitat amigable, tanto por despeje como por visibilidad.
Alto de gama
Hay que pagar 393 mil pesos para subirse a este Tiguan naftero con caja automática y equipamiento full, un precio elevado que lo deja bastante cerca de modelos de marca premium. En el ingreso a la gama está la variante Sport & Style con este mismo motor a 309 mil pesos, y en la parte más alta se ubica la diesel (2.0 TDi de 140 CV) con transmisión tiptronic, que cuesta 428 mil pesos. Su procedencia europea explica en parte su valor, aunque sería más atractivo si se extendiera la garantía de 2 a 3 años. Claro que quien tenga la posibilidad de acceder a este vehículo no quedará defraudado, en especial si su intención es pasarla bien en largos viajes en familia o bien para andar a diario por la ciudad sin tener que penar por un tamaño exagerado.
Fuente: Cars.com.ar | Noticias de autos 0km