El 2018 también fue especial para Mayer pues decidió probar algo que nunca antes había hecho en su carrera: en marzo, el Yacaré tomó la decisión de instalarse con su mujer Milagros y su hijo Valentino, hoy casi de dos años, en Estepona, España, donde tiene familia.
¿El objetivo? Viajar menos, alargar momentos de descanso y que pueda tener a su familia a un par de horas de distancia sin tener la necesidad constante de que hagan vida de hotel. De hecho, luego de jugar en Miami, Mayer compitió en diez torneos consecutivos en el viejo continente, una seguidilla que no había experimentado antes.
“Fue algo positivo, uno no se mueve mucho. En un par de horas estás donde te hace falta. A lo largo del año es una diferencia con respecto a un europeo que te gana en descanso. Creo que lo voy a repetir ahora que mi hijo es un poquito más grande, pero no será fácil porque Valentino arranca el jardín también este año…”, contó con una sonrisa final.