Desde el sábado pasado, las plantas distribuidoras de gas envasado están autorizadas por el Gobierno nacional a cobrar las garrafas con un nuevo aumento, el tercero en lo que va del año. Los tubos de 10 kilogramos, los más vendidos, se ofrecen desde ayer en estas empresas a un precio tope de 330 pesos: el importe inicial es de $286,88, pero a éste se le debe sumar el IVA y un 4% por “factor de apartamiento”.
Si bien se trata de una suba de tan sólo 10 pesos, el acumulado es de casi el 50% teniendo en cuenta que el primer ajuste fuerte se dio durante los primeros días de enero. El segundo fue el mes pasado, cuando las garrafas de 10 kilogramos se habían fijado en $320.
El director de Defensa del Consumidor de la Provincia, Orlando Seniquiel, confirmó ayer a El Litoral que en cuatro de las cinco plantas distribuidoras del producto que hay en la ciudad, ya elevaron el importe al máximo sugerido por Nación. “Inspeccionamos las cinco plantas y en cuatro se está cobrando los 330 pesos”, indicó el funcionario y destacó que “hay una que mantiene la garrafa a $300”.
Si bien antes de enero varias de estas firmas incurrieron en una infracción al aumentar los importes antes de la autorización nacional, Seniquiel señaló que “luego de las multas que les aplicamos no lo volvieron a hacer”, por lo que considera que no habría más inconvenientes en este sentido.
“La venta de las garrafas en los últimos meses viene normal, no tuvimos más quejas luego de los aumentos sin autorización”, agregó Seniquiel.
Delivery
Debido a que el Gobierno nacional sólo regula los precios de la venta de gas envasado en las plantas, no existe control alguno cuando este producto pasa a ser comercializado en los kioscos barriales, o inclusive con el servicio de envío a domicilio que ofrecen las firmas distribuidoras. La última actualización del mes pasado también trajo consigo un aumento en estas dos modalidades mencionadas, por lo que no se descarta que puedan tener nuevas subas en estos días.
Al menos hasta la semana pasada, pedir una garrafa de 10 kilogramos a domicilio podía costar hasta 430 pesos, mientras que en los barrios los precios rondan montos similares.