Dos ex policías y otras cuatro personas comenzaron a ser juzgados en la ciudad de Corrientes, acusados de integrar una banda que lavaba dinero proveniente del narcotráfico, mediante préstamos usurarios que brindaban en la playa de estacionamiento del Hospital Pediátrico Juan Pablo II.
Los acusados son los ex policías correntinos Abelardo Julián Acevedo alias “Martillo” (66) y Jorge Omar Romero alias “Ñoqui” (58), junto a Jorge Victoriano Gómez (40), Martín Gómez (27), Verónica Orué (35) y Elsa Domínguez (54).
El debate se realiza en el Tribunal Oral Federal de Corrientes, integrado por los jueces Víctor Alonso, Lucrecia Rojas de Badaró y Fermín Ceroleni, en tanto que el fiscal es Carlos Schaefer, quien abrirá hoy la etapa de alegatos, luego de que declaren tres testigos. En tanto que mañana se podría dictar sentencia.
Los ex efectivos eran líderes de una banda de ex policías provinciales acusados de proteger a narcotraficantes itateños y de utilizar el dinero narco para realizar préstamos a tasas usurarias por fuera del sistema financiero a padres de niños internados en el Hospital Pediátrico Juan Pablo II de la Capital.
De acuerdo a la pesquisa, habían sido separados de la fuerza provincial por haber sido acusados de haber matado a un hombre por la espalda en un caso de gatillo fácil, y luego conformaron una organización dedicada a dar información y facilitar la protección a bandas narco que operaban en Itatí.
“Ñoqui” Romero y “Martillo” Acevedo fueron integrantes de la entonces llamada Brigada de Investigaciones de la Policía de Corrientes -actual Dirección de Investigación Criminal (DIC)-. Según consta en la requisitoria de elevación a juicio, la banda fue atrapada por la Policía Federal el 4 de octubre de 2016 en pleno intercambio de dinero en el playón de estacionamiento del Hospital Pediátrico “Juan Pablo II” de la capital correntina, donde se sospecha que operaban con préstamos de dinero y la compra-venta de automotores.
Seis meses antes, los investigadores habían allanado una vivienda en la calle Tacuarí, de Corrientes, donde fue descubierto un cargamento de 434 kilos de marihuana. Los fondos que conseguía la banda eran destinados a la compra de automóviles y a prestar dinero a familias que, desesperadas por la salud de sus hijos, acudían a ellos.
Los prestamistas operaban en el estacionamiento del centro de salud especializado en pediatría, donde fueron detenidos por la Policía Federal durante un megaoperativo.
La investigación continuó su curso y el día después hubo cinco allanamientos donde se secuestraron aproximadamente 25 vehículos de media y alta gama, dos máquinas contadoras de billetes, armas cortas y largas, chaleco antibalas, arma con silenciador y otra que era teflonada, para que los disparos atraviesen los chalecos antibalas.