Sosa Cordero, un poeta correntino que fue valorado en el chamamé, el carnaval y el tango
El 19 de septiembre de 1986 murió el multifacético artista que creó famosas líneas que todavía hoy se cantan y recuerdan, por sus letras se puede leer todo lo que extrañó Corrientes. Actualmente lo homenajea en el escenario del Anfiteatro Cocomarola que lleva su nombre.
“Sí, señor. Doy fe de ello / ¡Corrientes tiene payé!” dice una vieja poesía que no tardó en ser acompañada por acordes chamameceros. Ya con tonos más festivos, un famoso canto dice “"Capital del carnaval / Es mi hermoso litoral / Belleza y canto aquí / Color y ritmo allí / Ese es mi Taragüí". Otra emblemática marcha reza “Ará Berá, Ará Berá / relámpago que alumbra / la noche tropical”. Todas esas líneas que evocan a diferentes aspectos de la cultura correntina salieron del imaginario del mismo creador: Osvaldo Sosa Cordero.
Nacido el 6 de julio de 1906 en Concepción del Yaguareté Corá llevó adelante una prolífica carrera que le llevó a realizar aportes fundamentales en el chamamé y el carnaval. Pero su ambición creativa lo llevó a explorar otras ramas de la música y el arte.
El hecho de vivir su infancia observando los paisajes de esteros y de las ricas flora y fauna del Iberá fueron clave para poner sus recuerdos en la pluma. Como era habitual en aquellos tiempos, tuvo que trasladarse a la ciudad de Corrientes para poder continuar con sus estudios y luego se fue a Buenos Aires.
Comenzó a escribir en su adolescencia y muy pronto se destacó. Fue contemporáneo de importantes maestros en una etapa donde el chamamé y el tango estaban en una etapa fundacional con la proliferación de gran cantidad de artistas, llegando a colaborar con gente de la talla de Julio de Caro, Samuel Aguayo, Edgar Romero Maciel e incluso Carlos Gardel, quien cantó su tema "Embrujo", pero la grabación no se publicó.
En el mundo del tango y la milonga compuso numerosas piezas como "De pura cepa", con música de José Ceglie, "Pialando lenguas", "Yo llevo el tango en el alma", entre otros. Pero se lo recuerda especialmente por "Para Corrientes", una obra que interpretó la orquesta de Julio de Caro: "Traigo el sueño de sus gentes / y el alma tan porteña / de su calle Corrientes / y en este abrazo hermano de argentino / al pueblo correntino / yo le brindo mi canción", decía.
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