Los tarjeteros mantienen su preocupación por algunas fallas que tienen los equipos que utilizan para cobrar el estacionamiento medido. Según señalaron, celulares e impresoras no funcionan de buena forma y eso genera contratiempos para ellos y para los conductores.
En diálogo con El Litoral, uno de los trabajadores comentó que “tenemos que compartir las máquinas porque no alcanza para todos”. Además, relató que “el que está en una cuadra tiene que caminar hasta la otra para buscar y poder sacar el ticket y la verdad es que se complica muchísimo”, aseguró.
Según señalaron, el principal problema es que algunas impresoras ya no pueden vincularse con los teléfonos, por lo que requieren un recambio o al menos mantenimiento.
Ante esta situación, los tarjeteros se muestran preocupados y buscan la forma de agilizar el proceso de cobro del estacionamiento a pesar de las complicaciones técnicas.
Por otra parte, esperan una respuesta del Municipio tras haber pedido de manera formal que el precio de la hora suba al menos a $30, teniendo en cuenta el proceso inflacionario y la normativa que pone un tope más alto que los $20 actuales.
En cuanto a las ventas, enero comenzó con escaso movimiento, tal como lo esperaban. Es que, sin actividad escolar, la feria administrativa y las personas que fueron de vacaciones, aseguran que la demanda en las cuadras céntricas descendió notablemente después de las fiestas de fin de año.