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/Ellitoral.com.ar/ Espectáculos

Tiene 27 años y una historia de amor de película: la actriz argentina de Emily en París

Anais Weill vive en la capital francesa hace ocho años y en 2019 quedó seleccionada para ser parte de la serie que protagoniza Lily Collins y que es furor en el mundo: “Fue una experiencia increíble”, dice en una entrevista exclusiva con Teleshow.

“El miedo del actor es que en la edición te terminen cortando. Por eso yo elijo no contar cuando voy a hacer algún trabajo hasta que salga al aire. Y así fue como de un día para el otro empecé a recibir mensajes y terminé viéndome a través de lo que me mandaban mis amigos antes que en la serie".

Anais Weill tiene 27 años, es franco argentina (padre francés y madre argentina) y hace ocho años que vive en París, a donde viajó con el objetivo de seguir una carrera vinculada al mundo de la moda pero terminó dedicándose a la actuación. Y en 2019 se presentó a un casting para ser parte de Emily en París, la serie de Netflix que protagoniza Lily Collins y que causa furor en todo el mundo.

En una primera instancia, la actriz audicionó para interpretar a una blogger española, sin embargo ese personaje fue eliminado del guión y terminó haciendo una participación junto a Mindy (Ashley Park) en la primera fiesta parisina a la que asiste Emily.

“Los norteamericanos hicieron ruido en todo París. Todo el mundo hablaba de este rodaje, filmaron en los lugares más lindos y emblemáticos de la ciudad, cortaban las calles, había 100 personas en el set. Fue una experiencia increíble", recuerda Anais, en una entrevista exclusiva con Teleshow, sobre el proyecto que marcó un antes y un después en su carrera.

Fanática del mundo fashionista, Anais destaca el “estilismo” que se usó en Emily en París y que estuvo a cargo del mismo equipo que trabajó en Sex and the City, con Sarah Jessica Parker.

Durante los días de rodaje, la actriz se convirtió en la consejera turística del elenco -"Lily y Ashley son divinas"- y les recomendaba a dónde ir a comer o qué lugares no podían dejar de visitar en sus tiempos libres.

Anais Weill nació en País y vivió allí hasta sus 12 años. “Nos fuimos a Buenos Aires porque mi mamá decía que estaba cansada del clima parisino, y yo no la entendí hasta que volví: es gris, llueve mucho...”, explica la joven que pasó su adolescencia en la Argentina y que a los 19 años decidió regresar a Francia.

Sus primeros pasos en la actuación fueron justamente en Buenos Aires. Fomentada por su madre, Anais comenzó a estudiar cuando llegó de París. Si bien ella siempre supo el idioma, dichos talleres la ayudarían a comunicarse. “Tuve un bloqueo, no me gustaba hablar en español, pero en el único lugar en el que me lanzaba era cuando actuaba”, sostiene la joven cuyo primer trabajo profesional fue una publicidad de una empresa que brinda servicio de Internet.

“No paré nunca más”, agrega y aclara que a pesar de seguir perfeccionándose, no siguió trabajando porque su madre quería que primero terminara sus estudios. “Por eso no iba a castings”, explica. Una vez que los finalizó la secundaria, decidió regresar a Francia y seguir allí su carrera, pero cuando llegó descubrió que no le gustaba “el método de actuación" local.

Hasta que encontró la escuela de Giles Forman con el método inglés del Actor Studio, se anotó y durante el 2015 y 2018 viajó de París a Londres. Además, hizo el curso de Susan Batson en Nueva York y el de Ivana Chubbuck Los Ángeles.

Trabajó en la película Los territorios, del director argentino Iván Granovsky, en Un hombre perfecto, de Yann Gozlan, protagonizada por el actor francés Pierre Niney y también realizó publicidades para Disney, Nintendo, Piaget, y Armani. Por otro lado, produjo dos cortos para el Nikon Festival: Je suis un déchet, de Anthony Ornecq y Je ne serai pas Violaine, de Matt Rodriguez.

Una historia de amor de película. Cuando Anais decidió dejar Buenos Aires y apostar por su carrera en París, no solo se despidió de su familia y amistades sino que también rompió su relación con Lucas, a quien conoció en el colegio y quien fue su novio hasta entonces.

“En el papel la historia de amor es muy linda, pero cuando la viví hubo momentos muy feos y muy tristes”, advierte antes de relatar lo que sucedió luego: “Yo me estaba mudando a Francia y él empezaba a estudiar en Argentina, así que decidimos separarnos pensando en que si el futuro nos tenía que reencontrar, así iba a ser”.

Lucas siguió su vida en Buenos Aires y Anais la suya en París. De todas formas, nunca perdieron el contacto y siempre siguieron hablando. Hasta que él -de nacionalidad suizo argentina- le comentó que viajaría a verla. No de visita sino para quedarse a vivir y proyectar su futuro allí. “Cuando vino, hace dos años, yo estaba de novia”, recuerda la actriz y reproduce las palabras que le dijo su entonces ex novio. “Hace seis años que tengo esto en la cabeza. Quiero ver qué pasa. Si no da, no da”, se la jugó el joven.

Meses más tarde, Anais se separó y le dio una segunda oportunidad a su relación con Lucas. “Estamos conviviendo hace seis meses y es el amor de mi vida”, dice con una sonrisa dibujada en su cara. La pareja vive en el barrio Le marais, al que ella define como “el Palermo Viejo de París o el Soho de Nueva York".

Mientras disfruta del éxito de Emily en París, Anais Weill sigue trabajando como actriz. La semana pasada trabajó en una mini serie de Emma de Caunes que se emitirá en Canal+. Y además, tiene pendiente un proyecto que está frenado por la pandemia del coronavirus, pero que espera que pronto se pueda reactivar.

Infobae

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